Una veintena de bomberos forestales de la Región de Murcia se incorporará en la lucha contra los incendios en Extremadura.
Según estimaciones preliminares, el incendio de Burguillos del Cerro, que también ha sido estabilizado, ha arrasado unas 539 hectáreas, mientras que el de Llerena ha afectado aproximadamente a 5.900 hectáreas.
Con un perímetro de 130 kilómetros y unas 11.000 hectáreas ya afectadas, el mando único de la emergencia decidió desalojar viviendas dispersas en las laderas norte de Navaconcejo, Cabezuela del Valle, Jerte y Tornavacas.
Se han levantado os confinamientos en Casas del Monte y Segura de Toro. Se mantiene la evacuación de unas 80 viviendas diseminadas en Hervás, Rebollar y Gargantilla, así como el confinamiento en Hervá.
Los equipos técnicos del Infoex son los encargados de analizar el material alemán para decidir qué medios resultan más útiles en la lucha contra el fuego, que sigue activo en la provincia de Cáceres.
Según los últimos datos facilitados por la Junta de Extremadura, las llamas han arrasado ya unas 9.000 hectáreas y el perímetro afectado alcanza los 100 kilómetros.
La Junta había solicitado un dispositivo mucho más amplio: 50 autobombas forestales, 200 efectivos especializados, varios aviones anfibios, helicópteros de distintas capacidades, ocho equipos de maquinaria pesada, cinco secciones de intervención y patrullas de vigilancia adicionales para la Sierra de San Pedro y el norte de Cáceres.
La presidenta de la Junta, María Guardiola, lamenta que la petición de refuerzos no haya sido atendida y reclama apoyo del Ejército de Tierra y del mecanismo europeo ante un fuego que mantiene desbordado el flanco norte.
El incendio de Jarilla presenta una evolución desfavorable, mientras que los fuegos declarados en Alburquerque, Cáceres-Aliseda y Membrío evolucionan de forma favorable.
El Centro de Atención de Urgencias y Emergencias 112 de Extremadura ha enviado un mensaje masivo a través de la plataforma ES-Alert para evacuar a los vecinos de esta localidad del norte de la provincia de Cáceres.
Las declaraciones de la ministra se han producido en Pinofranqueado, donde ha visitado la Brigada de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF), en unos momentos en los que Extremadura está en llamas y después de que la Junta de Extremadura pidiese al Gobierno de España 100 camiones, 400 bomberos y 20 medios aéreos.
Extremadura afronta su quinta jornada de lucha contra el fuego con seis incendios activos, dos de ellos —Jarilla y Aliseda— con una evolución desfavorable. Más de 900 vecinos permanecen confinados y la Junta ha solicitado refuerzos urgentes al Gobierno y a la Unión Europea.
El aviso naranja implica un riesgo importante para la salud, especialmente en las horas centrales del día. La región tiene seis incendios activos. Esta situación de calor complica aún más el trabajo de los profesionales que luchan contra el fuego.
El incendio de Casar de Cáceres alcanza unas 3.000 hectáreas, con la intervención de un agente del medio natural, dos unidades de bomberos forestales y un medio aéreo.
El incendio de Aliseda-Cáceres, es uno de los más preocupantes, con una evolución es desfavorable.
Actualmente hay ocho incendios activos, mientras otros permanecen bajo control o en fase de extinción. Durante la tarde, las llamas en Aliseda y Casar de Cáceres obligaron a desalojar dos urbanizaciones, y en Jarilla se produjo una reactivación que superó una barrera que se consideraba segura.
El fuego comenzó tras arder un camión cargado de paja que sufrió una avería en la EX-103, a unos ocho kilómetros de Llerena, como informó Radio Interior.
La Guardia Civil ha sido muy crítica con el comportamiento de algunos vecinos que han puesto en riesgo sus vidas, ha hecho un llamamiento a la prudencia y ha lamentado que haya personas que hayan intentado sofocar por su cuenta las llamas próximas a localidades evacuadas.
El nivel 1 indica que el fuego puede ser controlado con los recursos disponibles, aunque se mantiene la vigilancia ante posibles cambios en la evolución del incendio
Cuatro incendios permanecen activos en Malpartida de Plasencia, Casares de Hurdes, Trujillo y Jarilla, siendo este último el más grave, con unas 4.625 hectáreas arrasadas.