El vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, ha pedido a los alcaldes de Extremadura que suspendan aquellas actividades programadas que no garanticen seguridad frente a la Covid-19.

Las recomendaciones enumeradas por Vergeles para las fechas navideñas son hacer reuniones en el exterior mejor que en el interior, mejor sentados que de pie o en movimiento, que duren lo menos posible, ventilación cruzada aunque comprometa la climatización, que los núcleos de convivientes se reúnan lo menos posible y mesas que no tengan más de diez personas.

El consejero ha pedido evitar eventos que puedan ser foco de contagio, y en este sentido ha pedido a la Federación Extremeña de Municipios de Extremadura (Fempex) que comunique a los alcaldes de la región que valoren todas las actividades programadas, y si no se pueden realizar por razones de seguridad frente al virus, posponerlas o suspenderlas. En este sentido ha defendido las recomendaciones sanitarias para controlar y evitar los contagios por la Covid-19, con un llamamiento a la responsabilidad ciudadana, frente a las restricciones que podrían producirse en caso de que el virus volviese a alcanzar niveles elevados.

“Vienen tiempos complicados por los contagios; lo hemos hecho bien hasta aquí y debemos hacerlo también de aquí en adelante”, ha explicado el vicepresidente segundo de la Junta de Extremadura, quien ha opinado además que una Ley de Pandemias “no tiene ningún sentido en este momento”, porque “no quiero renunciar a vivir en un Estado de Derecho”. Por eso ha insistido en que “tenemos que proteger a la población en general y también a la más vulnerable”, pero también “a los empresarios que han tenido que hacer sacrificios y que no se conviertan en policías en sus negocios”.

Sobre la mascarilla, ha recordado que en interiores es obligatoria, pero también en exteriores cuando no es posible guardar la distancia de seguridad, con independencia de que el Consejo de Ministros vuelva a decretar la obligación de su uso constante en el exterior. “Nos obligan a llevar la mascarilla en exteriores porque nos hemos relajado, porque parece que hay exención de utilizarla, y no es así”.

Tras hacer una llamada a la “corresponsabilidad para hacer seguro el ocio, las reuniones familiares y la convivencia”, el consejero ha asegurado que los test de antígenos “no son un pasaporte para estar tranquilos, sino una prueba para saber si en ese momento somos o no positivos”, pero no para la “transgresión de las reglas”.