La enfermedad de alzheimer es la principal causa de demencia neurodegenerativa y afecta a más de 20.000 ciudadanos extremeños, según el doctor Alberto González Plata, neurólogo de Quirónsalud Clideba, con motivo de la celebración, este lunes, 21 de septiembre, del Día Mundial del Alzheimer.

Esta enfermedad tiene un impacto previsible que se incrementará exponencialmente en los próximos años, a medida que aumente la esperanza de vida. En el mundo, según datos de la OMS, se estima que afecta a 40 millones de personas. La prevalencia de la enfermedad aumenta exponencialmente con la edad, de modo que, en España se estima que cerca de un 4% de las personas entre 75 y 79 años la padecen, mientras que en mayores de 85 las cifras se extienden hasta el 35%.

En Extremadura se calcula que hay más de 20.000 personas afectadas por la enfermedad. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud prevé un aumento de pacientes diagnosticados superior al 85% en apenas diez años, mientras que en 2050 se podrían alcanzar los 150 millones de afectados en todo el mundo.

González Plata detalla que “la enfermedad es producida por el depósito sobre la superficie de las neuronas de proteínas anómalas que confieren toxicidad y pérdida de la conexión de estas neuronas llevando consigo la destrucción de las mismas”. Es precisamente sobre estas proteínas donde se centran la mayoría de los ensayos clínicos que buscan encontrar un fármaco eficaz que frene la enfermedad.

El principal factor de riesgo para desarrollarla es la edad. Además, apunta el neurólogo de Quirónsalud Clideba, “existen otros factores donde tampoco podemos interferir como son el sexo (más frecuente en las mujeres) y el factor genético, ya que hay descrita una enfermedad de alzheimer asociada a mutaciones concretas en determinados genes”.

También hay factores que aumentan la posibilidad de sufrir la enfermedad y sobre los que sí se puede actuar, como son la diabetes, la hipertensión arterial, la depresión, la obesidad y el sedentarismo. Además, “es de suma importancia a la hora de retrasar la aparición de síntomas la realización continua de ejercicios o tareas cognitivas como leer, aprender idiomas, tocar instrumentos o dibujar”, añade González Plata.

En estos momentos gran parte de los estudios se centran en el desarrollo de “pruebas diagnósticas avanzadas que permitan demostrar la enfermedad en fases tempranas o, incluso, antes de dar síntomas, ya que es en ese momento donde los futuros tratamientos tendrán mayor cabida”.