Por Isidoro CAMPOS (Periodista) 

Con 303 fallecidos por coronavirus desde el inicio de la crisis sanitaria no hay cifras para el optimismo y mucho menos para hablar de buenos datos. Pero si se comparan ambas provincias se comprueba que lo menos malo de lo que está sucediendo ocurre en Badajoz.

Datos del Instituto Nacional de Estadística cerrados a 31 de diciembre de 2019: población de la provincia de Badajoz, 673.559 habitantes. Datos de la provincia de Cáceres en la misma fecha, 394.151 ciudadanos.

Datos de la Junta de Extremadura a fecha 11 de abril de 2020, Sábado Santo:  54 fallecidos por Covid-19 en toda la provincia de Badajoz desde el inicio de la pandemia. Provincia de Cáceres: 249 víctimas mortales en el mismo período.

La diferencia porcentual es muy acusada a esta fecha: el 82,18% de los fallecidos se concentran en la provincia de Cáceres y el 17,82% en la provincia de Badajoz. Un ejemplo más: cada jornada que pasa, las cuatro áreas de salud de la provincia de Cáceres, de forma sistemática, registran más fallecidos que las de Badajoz. Hoy sin ir más lejos se ha duplicado la cifra de defunciones: 10 nuevos muertos en la provincia cacereña frente a los 5 registrados en la pacense. 

MENOS FALLECIDOS

Ningún dato de mortandad es bueno. Es posible que se hayan dado una serie de circunstancias que hayan contribuido a incrementar notablemente el número de contagiados y fallecidos por Covid-19 en la provincia de Cáceres. Pero es obligación de las autoridades sanitarias analizar esos datos, comprobar dónde están los desequilibrios del sistema sanitario y aportar soluciones.

Con un índice de envejecimiento prácticamente idéntico -apenas hay un punto de diferencia entre una provincia y otra-, la edad no es un argumento válido. Tampoco es justificación la diferencia de temperatura, por eso de que muchos analistas están intentando relacionar el hecho de que, a más calor, menos probabilidades de contagio y, por tanto, menores índices de letalidad.

El sistema sanitario extremeño es prácticamente simétrico: cuatro áreas de salud en la provincia de Cáceres y cuatro en la de Badajoz. La zona sanitaria de Badajoz, con 380 casos positivos confirmados, acumula 22 fallecidos. En la de Mérida se han registrado desde el inicio 14 víctimas mortales; en la de Don Benito-Villanueva, 13 fallecidos y en la de Llerena-Zafra cinco víctimas mortales desde el comienzo de la pandemia. Esa es la distribución de las 54 personas que han perecido en tan extensa provincia.

El brote de Covid-19 originado en el municipio de Arroyo de la Luz siempre ha sido el argumento utilizado para justificar tan elevadas cifras en la provincia de Cáceres, pero ese pretexto se cae cuando se detectan importantes focos de contagio en poblaciones muy distantes, la mayoría en esta provincia.

Desde el inicio se supo que nuestros mayores eran la población más vulnerable y pese a ello no se adoptaron medidas en muchos centros residenciales, algunos de los cuales han sido intervenidos hace tan solo unos días. Lo de Arroyo de la Luz no es un argumento, sino que puede convertirse en un insulto para todos sus vecinos, que han realizado antes que nadie un esfuerzo de confinamiento que debió tomarse como ejemplo de actuación antes de que todo esto se hubiese ido de las manos.