La otra cara del Covid-19 deja imágenes insólitas como un rebaño de ovejas pastando a sus anchas en el Parque Fluvial Feliciano Vegas de Moraleja, espacio de propiedad municipal.

Las limitaciones en las plantillas de trabajadores que ha impuesto el coronavirus y, que también ha afectado a los jardineros municipales, ha permitido que se "abra la veda" y las ovejas de un vecino de Moraleja sean ahora el cortacésped más barato y ecológico que jamás ha tenido el consistorio de la localidad.

Las lluvias de estas semanas y la ausencia de visitantes al parque estaban dejando una estampa de abandono a la que ha decidido plantar cara el alcalde de Moraleja, César Herrero.

"Ante la imposibilidad de trabajar con jardineros hemos decidido avisar al vecino. Tiene ovejas y desde hace un par de días están en el parque". 

La tarea para los animales es bien sencilla: cortan el césped, eliminan la maleza, las malas hierbas y además abonan el terreno. Lo mejor, el coste para las arcas locales: 0 euros.

El problema llegará una vez pase la pandemia, quién le explicará a los animales que no pueden entrar en el parque y que lo de campar "a sus anchas se acabó". El turno será entonces para los jardineros municipales, para los mayores que echan en el parque la partida y pasan las tardes de verano, para los niños que gritan y se bañan en la piscina fluvial…Sigamos soñando, antes o después, volveremos a pisar el césped del Parque Feliciano Vegas.