Las enfermedades respiratorias se sitúan como segunda causa de muerte más frecuente en el España según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Mientras que las enfermedades isquémicas del corazón causaron 35.888 defunciones, el cáncer de pulmón y las enfermedades crónicas de las vías respiratorias inferiores, como es el caso de la EPOC, suman ya 35.502 muertos.

La prevalencia de la EPOC alcanza al 10,2% de los españoles y se prevé un importante incremento de esta cifra en los próximos años debido a que esta enfermedad está estrechamente ligada al tabaco.

Aproximadamente, un 25% del tercio de los españoles mayores de 40 años y consumidores regulares de tabaco, se verán afectados por el desarrollo de esta grave enfermedad pulmonar.

Por su parte los profesionales de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) califican de alarmante los registros publicados y ponen, de nuevo, en relieve la necesidad de regular el consumo de tabaco mediante campañas de prevención para conseguir disminuir la prevalencia de dicha adicción entre la sociedad. En el colectivo masculino, prácticamente el 90% de los decesos por cáncer de pulmón y EPOC podrían haberse evitado de no haber existido exposición al tabaco, al igual que la mitad de los fallecimientos por cáncer de pulmón y laringe y por ictus en las mujeres.

Cada año, en España, mueren 18.000 personas que sufren EPOC, dato que la convierte en la primera causa de muerte evitable en España y en la única patología relacionada con el tabaco cuya mortalidad sigue aumentado. La EPOC es una enfermedad sutil con una evolución lenta.

Sólo un 22% de sus enfermos están diagnosticados y entre un 56% y un 85% tiene un diagnóstico subestimado o equivocado. La Dra. Myriam Calle, coordinadora del Área EPOC de SEPAR, asegura que cuando el paciente acude al médico y este es diagnosticada, es demasiado tarde debido a que la enfermedad ya está en un estado muy avanzado.

De los pacientes diagnosticados y tratados, un 61% no sigue el tratamiento ni las recomendaciones conformes a las normativas establecidas por las sociedades científicas; como que dejar de fumar es el primer paso para evitar el avance de dicha enfermedad.

La Organización Mundial de la Salud ha emitido una urgente alerta ante la poco conocida, pero irreversible, dolencia. A pesar de ser la cuarta enfermedad más diagnosticada, la EPOC es prácticamente una desconocida entre la población española; ni sus síntomas ni sus factores de riesgo se conocen en profundidad. El grado de desconocimiento de esta enfermedad es importante. Una encuesta realizada por SIGMA muestra que el 88.8% de la población no sabe que es la EPOC de un modo espontáneo y sólo cuando se definen las siglas se identifican los síntomas, las causa y las consecuencias.

En consecuencia a la desinformación referente a la EPOC y la poca valoración de sus síntomas por parte de los pacientes, SEPAR calcula que el infradiagnóstico de esta enfermedad respiratoria alcanza el 70 por ciento.

La EPOC no es una enfermedad curable, pero con un diagnostico en su primer estado y con los tratamientos disponibles en la actualidad se puede lograr que la dolencia no avance en su desarrollo y que disminuyan significativamente las limitaciones en la vida diaria del paciente.