El segundo encierro de las fiestas de San Buenaventura de Moraleja se ha celebrado sin incidentes destacables con novillos de la ganadería de Hermanos Pérez Villena. De no ser porque dos mansos se han quedado rezagados el encierro hubiera durado un minuto y medio aproximadamente, pero finalmente han sido tres minutos y 28 segundos. Los dos mansos de Enrique Serrano cerraron el encierro y entraron en la plaza siguiendo el camino de todos los días.

Los novillos de Pérez Villena fueron a buen ritmo durante todo el recorrido aunque ha sido un encierro más lento que el protagonizado ayer por los Miura. Finalmente salieron cuatro novillos negros y dos colorados y fueron arropados por cuatro mansos.

La organización del ayuntamiento ha introducido algunos cambios en las vallas de la plaza de Colón para evitar que los toros intenten continuar en dirección al ayuntamiento, como sucedió ayer con los Miura, en lugar de entrar en la plaza de los toros y que se pueda crear peligro.

En cuanto a las incidencias, un joven de Moraleja ha tenido que ser atendido en la enfermería con un golpe en la cabeza tras caerse de una talanquera, pero no se han registrado más incidentes durante el festejo. Tras el encierro, se soltó una vaquilla durante medio hora en la plaza para el disfrute de los aficionados.

Por otra parte, en lo que se refiere a los tres heridos de ayer todos se encuentran en buen estado y el chico que recibió un golpe de un Miura y tuvo que ser trasladado al hospital de Coria ya ha recibido el alta y se recupera de las magulladuras. Las heridas han sido leves y hasta el momento, el único herido por asta de toro ha sido el novillero Santiago Naranjo en la tarde de ayer.