El Juzgado de lo Penal nº 2 de Cáceres ha absuelto al arquitecto Emilio Tuñón y a los tres jefes de obra encargados de la construcción del Hotel Atrio, de cinco estrellas y ubicado en la ciudad monumental de la capital cacereña, de ser los responsables de las grietas aparecidas en el Palacio de los Golfines de Arriba, declarado Bien de Interés Cultural (BIC).

Después de más de cinco años de litigios y un juicio que duró tres días, el Juez de lo Penal nº 2 de Cáceres, ha resuelto que los desperfectos aparecidos en el Palacio de los Golfines de Arriba "no se ha podido acreditar que fueran consecuencias del uso del martillo percutor en la obra del Hotel los días 14 y 15 de julio de 2008".

De esta forma, en la sentencia a la que ha tenido acceso Efe y que puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial, declara absolver al arquitecto Emilio Tuñón y a los tres jefes de obras de las constructoras Placonsa y Joca, del delito contra el patrimonio.

La sentencia indica que el palacio presentaba patologías diversas que "coexistían con grietas antiguas sin poder precisarse el momento en que éstas habían surgido, pudiendo datarse de meses e incluso años con anterioridad al inicio de las obras".

Además, indica el Juez, las partes del Palacio más próximas al solar donde se estaba realizando la construcción del Hotel "no se vieron afectadas, ni tampoco otros edificios vecinos o colindantes".

Hay que recordar que la Fiscalía de Cáceres solicitaba para ele arquitecto una pena de un año y medio de prisión y una multa de 66.000 euros y para los tres jefes de obra la misma pena de prisión y una multa de 33.000 euros.

Durante el juicio Tuñón declaró que la roca para la cual se utilizó el martillo percutor se encontraba en el muro de un torreón que la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Extremadura había ordenado por su valor mantener y que "además corría el riesgo de derrumbe por lo que se decidió no cavar en esa zona".

La sentencia recoge este hecho como probado además de que cuando los dueños del Palacio alertaron de las grietas se dejó de utilizar el martillo percutor.