Asaja en Extremadura y Federación Extremeña de Caza, se posicionan contra la introducción del lobo en la región. Para el desarrollo de la ganadería extensiva y la gestión cinegética en la comunidad, este proyecto puede llegar a provocar pérdidas millonarias, el abandono de la actividad y la desaparición de miles de empleos.

Este conjunto de entidades respalda la decisión que han tomado desde la Junta de Extremadura de modificar este proyecto, y que sea únicamente la especie del lince ibérico la que se introduzca en la región. El colectivo apoya y anima a que se modifiquen los objetivos de Life Lupi Lynx de manera que, si no es así, la Junta de Extremadura se salga del proyecto.

Posicionarse totalmente en contra de la introducción del lobo ibérico, está fundamentado en diferentes hechos. Para empezar, este pasado 2023 se publicó el Censo del Lobo Ibérico en España (Fundación Artemisan) en el que la especie goza de la mejor situación de las últimas décadas.

En este censo se confirma que, sin necesidad de introducir forzosamente al lobo ibérico, la especie ha aumentado su población un 26% en los últimos 10 años. Esto ha provocado un incremento impermisible de los ataques al ganado. La pérdida de cerca de medio millón de cabezas de ganado extensivo supone un 18,9% del total en España y la quiebra de muchas explotaciones.

Según los datos facilitados por las distintas comunidades autónomas «se producen más de 8.000 ataques a ganado extensivo, unos 22 ataques diarios, con 10.000 cabezas predadas, 27 al día, lo que supone un gasto anual de 3,5 millones de euros en compensación de daños y más de 4 millones de euros en medidas preventivas». Estas cifras económicas son abrumadoras y lo serán aún más si este proyecto sale adelante.

Para el resto de países, España ha sido un ejemplo a seguir en cuanto a gestión y recuperación del lobo. El mayor incremento poblacional de la especie se produjo antes de su inclusión en el catálogo LESPRE, cuando el lobo se gestionaba cinegéticamente. Esto demuestra, que su caza era y es positiva para mantener a esta especie controlada y con un buen estado de salud.

El Proyecto Life Lupi Lynx ha invertido 3,5 millones de euros sin tener en cuenta los datos reales del lobo en nuestro país y dejando a un lado a los actores involucrados en el mundo rural. Existe un exceso de proteccionismo, que está generando graves problemas de convivencia y que amenaza al mundo rural, e incluso a la propia supervivencia de la especie. El colectivo ecologista pretende que se abandone la dehesa, la actividad del campo y que los animales tengan libertad sin control. Sin duda, con estas medidas España dejará de ser la región mejor conservada de Europa.

Actualmente Extremadura goza de un magnífico equilibrio con tendencias estables en las especies de caza mayor, gracias a la gestión cinegética. La introducción del lobo en el norte de Extremadura y parte de Portugal, supondrá un desequilibrio en un ecosistema absolutamente antropizado.

La Federación Extremeña de Caza en conjunto con Asaja en Extremadura, no se posicionan en contra de que la especie se expanda de forma natural, pero, esperan que la introducción forzada del lobo en Extremadura no se llegue a producir jamás.

En la foto de la noticia, lobo.