Se abre el telón con tres titulares de prensa.

Inicia el sainete Begoña García Bernal, exconsejera de Agricultura y diputada en la Asamblea de Extremadura, cuando dice: «No puede haber un gobierno en funciones hasta que PP y Vox quieran ejecutar sus experimentos».

A lo cual le responde, al escuchar la palabra experimentos, Miguel Ángel Gallardo, alcalde de Villanueva de la Serena y presidente de la Diputación de Badajoz: «Vara debió dar un paso atrás para dejar un proyecto más ilusionante». Gallardo cree que «Vara no debía haberse presentado el 28-M a la reelección». «El presidente de la Diputación, Miguel Ángel Gallardo, aspira a la sucesión del barón socialista extremeño».

Tercia en el asunto Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta de Extremadura afirmando en este sainete que: «El PSOE extremeño está «unido y cohesionado» y no necesita iniciar ninguna transición».

La conclusión de la prensa, que ha sido unánime, la resume perfectamente este encabezado de el periódico digital El Debate: «Ruido de sables en el PSOE extremeño: el presidente de la Diputación de Badajoz critica la candidatura de Vara. Una de las voces más autorizadas del partido en la región hasta se ha permitido criticarlo en público: en un titular a cinco columnas en el periódico de referencia en Extremadura».

En resumen, María Guardiola es un genio, ha provocado un verdadero tsunami en el PSOE de Extremadura.

Incluso a Vox María Guardiola ha planteado un verdadero dilema, pues ahora no quieren elecciones anticipadas viendo que las encuestas les pueden ser desfavorables y, en el mejor de los casos, perder un diputado de los 5 que tienen en la Asamblea de Extremadura en favor del PP.

Tampoco Unidas Podemos quiere elecciones anticipadas, pues desaparecerían como opción política de la Asamblea de Extremadura.

O sea que todos, desde el PSOE a Unidas Podemos y pasando por Vox, desean que María Guardiola siga ejecutando sus experimentos.

Unos, los Guillermistas del PSOE, para no perder el asiento en la Asamblea de Extremadura que les arrebatarían en las nuevas listas, que se elaborarían con sustanciales cambios en caso de repetirse las elecciones en Extremadura, los Gallardistas Sanchistas y los otros, los de UP y Vox, por no desaparecer o estar abocados a la más absoluta marginalidad.

Y tal vez uno de estos experimentos, que pudiera ser muy interesante para evitar así la repetición electoral que según las encuestas arrojaría unos resultados parecidos por bloques (eso sí con una Unidas Podemos desaparecida de la Asamblea de Extremadura y sus votos absorbidos por el PSOE y un Vox debilitado y con, a lo sumo, 4 diputados), podría ser un gobierno en funciones del PSOE que dure lo que Vox tarde en recapacitar y apoyar a María Guardiola sin entrar en su gobierno de cambio.

Como ciertamente ha defendido María Guardiola, el Gobierno «sirve para gestionar y para solucionar los problemas de la gente», «no se puede utilizar las instituciones para ideologizar» como pretende hacer Vox.

Esta es una idea a sugerir a ese think tank del PP de Extremadura que proponía crear hace ahora un año.