Goethe (Escritor, historiador, filósofo y economista alemán) solía decir que «hasta que el mundo de las formas no se convierte en alegoría no cobra sentido y significado para el ser humano». Albert Einstein afirmaba «Dios no juega a los dados con el universo», queriendo decir con ello que la naturaleza es determinista y no probabilista. Leucipo de Mileto, filósofo griego presocrático fundador del atomismo, aseguraba que «todo ocurre necesariamente y por alguna razón».

Estas son tres grandes verdades que vamos a probar su evidencia empírica en relación a la sustitución de Guillermo Fernández Vara en el PSOE de Extremadura.

El primer aforismo, el de Goethe, se muestra en el siguiente párrafo de un artículo de prensa publicado en el periódico El Mundo: «Vara tiene 65 años y no quiere volver a pasar la travesía en el desierto y la soledad y desapego personal y político dentro de su propio partido que padeció cuando cayó derrotado en el año 2011 frente a José Antonio Monago en la primera victoria del PP en esta región de la historia. Así que ha puesto el punto final a su carrera política».

Aunque ahora se desdiga de lo dicho, la evidencia clara es que la alegoría ha desvelado el mundo de las formas en el seno del PSOE de Extremadura. Y con estos mimbres poco o nada se puede aportar a Extremadura y menos a la hora de resolver problemas y proporcionar soluciones. El PSOE de Extremadura es más bien un nido de pirañas, de no ser así esta fuente tan bien informada no hubiera sido tan clara y explícita: «soledad y desapego personal y político dentro de su propio partido que padeció cuando cayó derrotado en el año 2011».

El segundo y tercer aforismo, el de Einstein y el de Leucipo, se hacen diáfanos cuando uno se informa de los «Socialistas en los puestos de salida para coger el timón del partido y sustituir a Vara», parece que «el alcalde de Villanueva de la Serena, Miguel Ángel Gallardo, actual presidente de la Diputación de Badajoz, y el de Mérida, Antonio Rodríguez Osuna, son los favoritos en estos momentos para sustituir a Vara».

La naturaleza del sanchismo no es probabilista, es determinista; se determina lo que manda y ordena Sánchez. Por ello, en el seno del PSOE todo ocurre necesariamente y por alguna razón que emana del jefe supremo Pedro Sánchez Pérez-Castejón, esto es, del «Gran Líder Presidente», «El Gran Timonel» como lo designarían en Corea del Norte.

El este sentido pienso que el más sanchista de todos los sanchistas extremeños del PSOE, el que está llamado a sustituir a Vara por ser el alumno aventajado de Pedro Sánchez en Extremadura, el que es un calco total y absoluto de su jefe por tener la cara de cemento armado, por mentir más que habla; o sea, por representar todos los valores del nuevo partido sanchista y ser antagónico a los tradicionales ideales del PSOE es Miguel Ángel Gallardo. Miguel Ángel Gallardo es una persona que por tocar poder político e institucional es capaz de cualquier cosa, pues sin poder político e institucional no es nada como su jefe Pedro Sánchez que necesita de la adulación permanente y el boato.

Este tipo de personajes se distancian infinitamente de aquellos que como Alfredo Pérez Rubalcaba calificó de «Gobierno frankenstein» al ejecutivo de Pedro Sánchez cuando declaró que «los socialistas no pueden ir a la investidura de la mano de partidos independentistas, que quieren romper aquello que ellos quieren gobernar».

Qué diferencia existe entre los sanchistas y varones como Javier Lambán, el cual se ofrece a negociar una mayoría alternativa en Aragón si el PP «renuncia a pactar con Vox». O esas otras grandes figuras del PSOE que estos días se movilizan para refundar el partido. Concretamente Nicolás Redondo y Cándido Méndez que congregarán este jueves en Madrid a numerosos exministros socialistas, incluso está invitado el expresidente de la Junta de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra; y «ante los que plantearán un golpe de timón en el PSOE».