El PP extremeño ha alertado este martes del «colapso» que se sigue produciendo en numerosos centros educativos extremeños por la «falta de previsión» del Gobierno regional para abordar la sexta ola de la pandemia, a su juicio la peor por la ausencia de respuesta a las familias y equipos docentes.

En una nota, la portavoz de Educación del Grupo Parlamentario Popular, Pilar Pérez, ha insistido en que tratar de ocultar la realidad «ocultando datos» o «gripalizando» la pandemia sólo empeora la situación pues, a su juicio, la situación de la covid conlleva medidas extraordinarias, «no negar la evidencia para construir relatos políticos».

Para la diputada, la no sustitución de profesores es uno de los problemas más graves que enfrenta la enseñanza en la comunidad autónoma, y esto “no es de ahora”, sino que se ha repetido en cada ola del coronavirus «sin que la Junta se diera por aludida», según ha indicado en una nota.

Ha explicado que actualmente la cuarentena por covid es de 7 días y las bajas son de 15 días por el procedimiento oficial, «por lo que no están mandando los profesores de sustitución a los centros». En su opinión, la sexta ola se ha convertido en «la peor» a efectos de falta de respuesta tanto a las familias como a los equipos docentes.

En este sentido, Pérez ha instado a la consejera de Educación, Esther Gutiérrez, a adoptar medidas urgentes, empezando por cubrir las bajas de los profesores. Pérez ha insistido en que, mientras el PP avisaba antes de las vacaciones de Navidad que la vuelta a las aulas iba a ser muy complicada y que había que ir por delante, la consejera repetía una y otra vez que el regreso a las aulas se haría en enero “con total normalidad”.

Ha subrayado que también se dijo que, precisamente en este curso, los recortes de plantillas docentes respecto al curso pasado, suprimiéndose desdobles y profesorado extra-covid, eran “inadmisibles”. Para Pilar Pérez, el resultado de la «pasividad» del gobierno de la Junta son cientos de padres que no pueden conciliar, que no tienen claro qué hacer cuando en las clases de sus hijos hay uno o varios positivos, numerosos centros «sobrecargados» y equipos docentes «que no dan abasto».

La consecuencia es también, ha lamentado, «una educación que no es de calidad, así como unas medidas sanitarias que han fallado o no son claras, con protocolos ambiguos y cambiantes».