La consejera para la Transición Ecológica y Sostenibilidad, Olga García, ha mantenido este jueves un encuentro con el secretario de Estado de Medio Ambiente en el que le ha trasladado su preocupación por la gestión que se está haciendo de los embalses en Extremadura y sus consecuencias sobre los abastecimientos a la población y el entorno medioambiental.

La Junta ya mostró su preocupación sobre la situación del agua embalsada en la región en un escrito mandado por la Consejería al Ministerio hace algunas semanas en el que se denunciaba “una gestión cuestionable del agua embalsada en algunos de los principales embalses de la región” y se recordaba que “los organismos de cuenca deben priorizar la satisfacción de las demandas de agua de los abastecimientos a la población antes que las actividades productivas particulares”.

Como respuesta a esta demanda, el secretario de Estado de Medio Ambiente ha manifestado a la consejera el compromiso absoluto del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico para garantizar el abastecimiento a la población, así como adoptar medidas legales de forma inminente para que las actuaciones de desembalses como las ocurridas este verano no vuelvan a producirse en el nuevo año hidrológico que comienza el próximo mes de octubre.

Este compromiso se llevará a cabo a muy corto plazo a través de una nueva normativa de rango nacional, que se complementará con la inclusión de nuevas exigencias medioambientales en los planes hidrológicos que se aprobarán a finales del primer trimestre del próximo año 2022 y que aplicarán las confederaciones hidrográficas.