El Partido Popular de la Diputación de Cáceres ha recordado públicamente a la Junta de Extremadura que la institución provincial es la propietaria del Hospital Virgen de la Montaña, y que «por lo tanto debe ser la institución en colaboración con los cacereños, los que deben decidir el futuro de este edificio tan emblemático y tan céntrico de la ciudad».

Para los populares las palabras  del Director General de Patrimonio y Contratación, Pedro León, son un ataque «a la autonomía de la Diputación, por lo que el PP va a solicitar la convocatoria urgente del grupo de trabajo del  hospital, porque es inadmisible que sea la Junta la que informe sobre el futuro de este edificio, mientras el equipo de gobierno de la Diputación guarda silencio y claudica a los intereses de sus jefes de Mérida».

El portavoz de los populares, José Ángel Sánchez Juliá, ha afirmado que el PSOE de Extremadura «con el consentimiento de Vara, del Presidente de la Diputación y del equipo de gobierno socialista en la institución provincial han vuelto a mangonear a Cáceres, saltándose todas las promesas que hicieron y obviando la voluntad de los cacereños.

Sánchez Juliá ha recordado que en la anterior legislatura se propuso la creación de una comisión para abordar el futuro de este edificio, y «que el 26 de noviembre de 2019 en una de esas reuniones fue el propio equipo de gobierno socialista quien declaró públicamente que querían contar con la ciudadanía y para eso iban a incorporar la posibilidad de hacer un concurso de ideas, algo que nunca ha ocurrido».

Desde el PP han pedido al Presidente, Carlos Carlos, que «defienda a Cáceres, que defienda a los cacereños y que defienda a la Diputación ante la continua imposición de los intereses de la Junta de Extremadura en todos lados y en todas las instituciones, aunque no gobierne ni sean de su competencia».

«El PSOE de Cáceres no tiene ni voz ni voto ante las continuas injerencias de Vara y del PSOE de Extremadura, y lamentamos que por este motivo, tanto Carlos Carlos, como el resto de diputados socialistas se crucen de brazos, guarden silencio y permitan que se vuelva a improvisar con un edificio que puede marcar el futuro urbanístico y empresarial de Cáceres», ha añadido Sánchez Juliá.