RAQUEL DE LA ROSA – MORALEJA

Durante más de 30 días han permanecido de Moraleja los Miembros del Batallón de Zapadores de la Brigada Extremadura XI para evitar desplazamientos fronterizos. Han sido veinte personas, con historias diferentes, pero con un único objetivo común: frenar las fronteras.

Tras un mes instalados en el Centro de Emergencias Nave del Trigo de Moraleja, han cogido sus equipos y se han marchado del municipio, pero no con las manos vacías ya que han agradecido la acogida de los vecinos del municipio entregándole al consistorio local una figura, la de Fernando III El Santo, patrón de los Zapadores.

Estos militares han trabajado las 24 horas del día vigilando las fronteras de Valverde del Fresno, Monfortinho, Zarza la Mayor y Piedras Blancas para evitar desplazamientos entre países.

De hecho, tal y como explicó el jefe de la sección del Batallón de Zapadores de la Brigada Extremadura XI en los micrófonos de  Radio Interior, el objetivo eran los controles y vigilar las fronteras, pero se pusieron a disposición del primer edil de Moraleja “para ayudar en todo lo que fuera necesario”.

Al jefe de la sección del Batallón de Zapadores de la Brigada Extremadura XI tampoco le han faltado las palabras de agradecimiento ya que ensalzó la acogida que les otorgaron los vecinos de la localidad alegando que el recibimiento fue “espectacular, tanto por parte del equipo de gobierno como por los vecinos”.

Las palabras de agradecimiento del alcalde de la localidad, César Herrero, no tardaron en llegar y les ha agradecido su labor en nombre de todos los vecinos. “Gracias en nombre de Moraleja, por estar con nosotros estos días, vuestra presencia nos ha transmitido tranquilidad”, ha dicho.

Ahora se marchan para seguir trabajando y conseguir que próximamente podamos volver a la nueva normalidad, pero el recuerdo permanecerá en Moraleja de esos veinte militares que lucharon durante treinta días para que el virus no llegase.