Agentes de la Policía Nacional han procedido a la detención en Badajoz de tres personas, dos mujeres y un varón, acusadas de cometer un delito  de estafa.

La investigación se inició en el mes de enero cuando una mujer de nacionalidad filipina y con residencia en Florencia (Italia), puso en conocimiento de la Policía que había sido estafada, alcanzando el valor de la estafa la cantidad de 72.500 euros, tal y como informó el Ministerio del Interior.

Carta Nigeriana

La víctima manifestó que había recibido a través de correo electrónico un e-mail de una compañía en la que le comunicaban que tenía en su poder un depósito de 3,5 millones de dólares, siendo ella la beneficiaria y aportando un certificado de depósito a su nombre, el cual resultó falso.

Días después la víctima recibió una llamada telefónica de un hombre que le comunicaba que el dinero correspondiente a la herencia de la que ella era titular estaba depositado en España, y que tendría que desplazarse a Madrid para firmar los documentos que le permitieran cobrar dicho dinero.

Poco después, dando la historia como veraz, se personó en Madrid, donde contactó con un hombre que le enseñó un maletín, y que supuestamente contenía el dinero que iba a percibir  tras firmar los documentos  necesarios.

De nuevo en su domicilio, Florencia (Italia), la víctima recibe otro e-mail comunicándole que debe aportar datos personales y bancarios, adjuntándole un documento de la Agencia Tributaria donde constaban los gastos impositivos que generaría el cobro de la herencia, gastos que ascendían a la cantidad de 60.000 euros, y que la víctima ingresó en un número de cuenta bancaria aportado por los estafadores.

Tras este ingreso, uno de los estafadores se volvió a poner en contacto con la víctima, indicándole que debería abonar un 20% de los 3,5 millones de dólares heredados, al Ministerio de Hacienda, por lo que la víctima se vuelve a desplazar a España, donde hace un pago de 12.5000 euros en una supuesta oficina del Ministerio de Hacienda.

Es en este momento, cuando se encuentra de nuevo en España y ha hecho el nuevo pago a los presuntos estafadores, no recibiendo el dinero de la herencia y desapareciendo los timadores, es cuando la víctima se da cuenta de que está siendo estafada y pone los hechos en conocimiento de agentes de la Policía Nacional de la Comisaría del Distrito Centro de Madrid.

Los estafadores

Las pesquisas policiales, iniciadas en la Comisaría del Distrito Centro de Madrid, situaron a los presuntos autores en la provincia de Badajoz, ya que realizadas las gestiones oportunas para el esclarecimiento de los hechos, éstas corroboran que  la cuenta bancaria donde la víctima realizó el pago de 60.000 euros  pertenecen a una entidad bancaria ubicada en Badajoz.

Continuando las investigaciones por la Brigada de Policía Judicial de Badajoz,  se pudo llegar a comprobar que la estafa había sido cometida por un grupo organizado asentado en la provincia de Badajoz, consiguiendo la identificación y detención de tres de sus componentes.

Los detenidos son un hombre y dos mujeres, de 68, 61 y 38 años de edad respectivamente, estas dos últimas con antecedentes policiales por falsificación documental, los cuales tras su detención fueron trasladados  a dependencias policiales  para la tramitación del pertinente atestado policial.

La investigación sigue abierta, no descartando la aparición de nuevas víctimas y más detenciones.

Otras modalidades

Fue a principios de los años 80 cuando comenzaron a darse este tipo de timos, habitualmente cometidos por ciudadanos nigerianos, de ahí su nombre, sencillos y baratos, ya que solamente son necesarios una ordenador, impresora, sellos de correos y algo de imaginación.

En su origen, los grupos organizados enviaban miles de cartas a posibles víctimas de países desarrollados, a direcciones que habían obtenido de empresas de marketing y publicidad que venden estos datos, y ofreciendo la posibilidad obtener una sustanciosa comisión por ofrecer los datos de su cuenta bancaria a autoridades gubernamentales, empresas bancarias o petroleras nigerianas, con el objeto de transferir a ella grandes sumas de dinero que desean sacar del país, y que no tienen otra forma de sacar dinero del país.

En caso de que la víctima aceptara y tras una serie de contactos, se le solicitaba que enviara dinero para hacer frente a gastos inesperados o sobornos. Por supuesto ni las cantidades adelantadas serán nunca restituidas, ni se recibirán jamás los beneficios prometidos.