La subdelegada del Gobierno en Cáceres, Jerónima Sayagués, ha presidido, junto con el alcalde de Trujillo, Alberto Casero, la Junta Local de Seguridad, en la que, entre otras cuestiones, se ha abordado el operativo de seguridad que se llevará a cabo durante los días 7 y 8 de abril, con motivo de la principal fiesta de la localidad, El Chíviri.

El alcalde ha señalado que la fiesta del El Chíviri, en los últimos años, ha ido desviándose de su espíritu inicial, convirtiéndose en un macrobotellón, en el que no sólo son peligrosas las miles de botellas de vidrio que entran en la plaza mayor, produciendo a muchas personas cortes y otras lesiones, sino también otros utensilios que pueden ser sumamente peligrosos. Se  refería el alcalde a las barbacoas y camping-gas, que en pasadas ediciones se han podido ver dentro de la plaza, llevadas por personas que no han tenido ningún reparo en asar la carne o hacer una paella allí mismo.

Para poder llevar a cabo el control y la vigilancia que impida la entrada de envases de vidrio a la plaza, será necesaria la presencia de la policía local y de la guardia civil en los 8 calles que dan acceso a la Plaza Mayor, así como, también será necesario disponer de uno de estos accesos como vía de emergencias para la entrada o salida de vehículos sanitarios o de otra índole.

La subdelegada del Gobierno se ha comprometido a solicitar a la Guardia Civil una mayor presencia en la fiesta, pero también ha pedido al alcalde que consiga el compromiso de la policía local de la ciudad, para que, un día tan importante como El Chíviri, no estén de descanso un tercio de la plantilla policial, como ha ocurrido otros años.

Aunque la policía local no es competencia de la Subdelegación de Cáceres, Sayagués opina que no es lógico que el único día del año, en el que Trujillo alcanza una población de más de 25.000 personas, por los, aproximadamente 15.000 visitantes que recibe, un tercio de la plantilla esté con descanso. Afirma que es necesario que haya una flexibilidad por parte de los agentes de la policía local ese día para que se pueda garantizar la seguridad de la fiesta, y no se den los casos de vandalismo que se han dado en otras ocasiones.

La seguridad de la fiesta, ha dicho, es responsabilidad de todos, policía local, nacional y guardia civil, pero sobre todo de la primera, dado que la fiesta se desarrolla dentro del núcleo urbano de Trujillo.

El alcalde, por último, afirma que "no pretendemos blindar la plaza mayor y no dejar que la gente se divierta", sino que se pretende que se pueda disfrutar de la fiesta de forma ordenada y en un clima normal de convivencia, porque, según ha dicho, "como la fiesta continúe siendo lo que es, acabarán por quitarle el reconocimiento de Interés Turístico Regional".