El director general de Desarrollo Rural, José Luis Gil Soto, ha destacado la importancia de detectar y potenciar las ventajas que ofrecen los entornos rurales a los pobladores de las ciudades, para "romper la barrera" que distancia a veces el medio rural del medio urbano, y potenciar las sinergias que los complementan.

Gil Soto ha hecho estas declaraciones esta mañana, en la inauguración del II Congreso Internacional sobre el Entorno Rural de la Ciudad, orientado a dar a conocer las posibilidades laborales del entorno rural, en esta edición basadas en las necesidades de las personas mayores o con discapacidad, y que se celebra, desde hoy y hasta el día 26, en Malpartida de Cáceres.

En el acto, el director general ha estado acompañado por el alcalde de la localidad y presidente de la Mancomunidad de municipios Tajo-Salor, Alfredo Aguilera; la vicepresidenta de la Asamblea de Extremadura, Consuelo Rodríguez; y la alcaldesa de Cáceres, Elena Nevado, entre otras personalidades.

Durante su intervención, Gil Soto ha destacado que "parecen evidentes las ventajas que ofrece una gran ciudad a las personas que viven en un pueblo, en cuanto a servicios, infraestructuras y posibilidades de empleo". Pero, ha afirmado, no está tan claro que todo el mundo conozca las oportunidades que para las personas de la ciudad ofrece el medio rural, especialmente el más próximo a los núcleos urbanos, "más allá de viviendas a precios razonables y el contacto con el medio natural".

Hay una serie de oportunidades, ha señalado el director general, que no parecen claramente identificadas y que contribuyen al desarrollo socioeconómico del medio rural y satisfacen las demandas y necesidades de una parte de la población del ámbito urbano. Un ejemplo de ello es la oferta de atención a dependientes y discapacitados que puede encontrarse en el entorno rural de las ciudades y en torno a la cual gira el Congreso que se celebra en Malpartida de Cáceres.

Pero también existen, ha dicho el director, otras muchas potencialidades del medio rural, como el agroturismo, la gastronomía tradicional basada en productos de calidad, el turismo de naturaleza, los productos cinegéticos, el patrimonio, las tradiciones y valores culturales, que pueden ser atractivas para los pobladores de las ciudades y son generadoras de empleo.

Por ello, Gil Soto ha animado que desde el territorio se sigan organizando encuentros como éste, destinados a identificar todas esas potencialidades y trasladarlas a las administraciones e instituciones de las propias ciudades y también al Gobierno regional para emprender políticas encaminadas a su puesta en valor, y contribuir con ello a un desarrollo equilibrado entre lo rural y lo urbano, en una Comunidad Autónoma como Extremadura donde con tanta facilidad conviven ambos entornos.