El coordinador estatal de Ecologistas en Acción, Luis González, consideró que la celebración de una manifestación de repulsa a la violencia contra los animales, después del caso de Torreorgaz, sería una "medida de presión efectiva contra el maltrato animal", ya que "sensibilizaría a los participantes y a la sociedad en general".

Luis González realizó estas declaraciones a Europa Press con motivo de su visita a Mérida para intervenir en la charla coloquio 'Respuesta y movilización frente a la crisis', un evento que organizó la Coordinadora Anticapitalista frente a la Crisis en Extremadura en la ciudad.

   En declaraciones a Europa Press, González destacó que el rechazo a los actos violentos sobre un animal requieren un "grado de madurez social y de respeto a la diversidad" que se pueden adquirir desde las manifestaciones públicas, por lo que consideró "positiva" la propuesta lanzada por el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara desde su blog, en el que el dirigente invita a la movilización popular.

   "El maltrato animal no es un exclusivo entre jóvenes, sino que responde a la inconsciencia personal de desconocer el daño que se le puede hacer, por ejemplo, a una burra, que presenta el mismo sistema nervioso que el humano y que sufre en el mismo grado", subrayó el ecologista.

   Luis González comparó la "inconsciencia" de una persona que maltrata a un animal con la de un bebé, que cuando nace no es consciente de que, por ejemplo, sus manos le pertenecen y se hace daño sin saberlo. Por ello, una manifestación pública, reiteró, "sería una fórmula eficaz".

MODELO DE DESARROLLO EQUIVOCADO

   Por otro lado, valoró la diversidad natural de Extremadura, que "ha tenido el privilegio de ser una de las regiones que no ha sufrido la locura del crecimiento y la destrucción industrial", y criticó la postura del Gobierno regional que, según dijo, promueve tres proyectos de centrales térmicas de ciclo combinado en la comarca de Mérida, la instalación de una refinería de petróleo en Tierra de Barros y la ampliación en diez años de la vida últil de la Central Nuclear de Almaraz.

   En su opinión, la Junta de Extremadura "se equivoca en su propuesta de desarrollo industrial" planteando modelos como el de una refinería de petróleo, teniendo en cuenta que, además de ser una industria "altamente contaminante, se enfrentará en breve a su declive", cuando en un periodo de entre diez y veinte años se alcance el denominado "pico del petróleo" y las reservas comiencen a descender.

   En ese momento, apuntó González a Europa Press, la obtención de un barril de crudo se triplicará, su calidad será peor y su precio aumentará, de manera que "el petróleo dejará de ser protagonista en nuestras economías". Existen algunos teóricos que, incluso, insisten en que dicho "pico del petróleo" ya ha sido alcanzado y que las reservas ya comienzan a disminuir, añadió.

   Preguntado por las alternativas del petróleo, González abogó por la necesidad de reducir el consumo y apostar por las renovables como "estrategia de futuro", debido a que la energía consumida durante la semana pasada en España se generó a través de las denominadas "energías limpias".

   "Desde Ecologistas en Acción es inviable el argumento que se sostiene desde Extremadura al afirmar que la región que no ha contaminado históricamente como otras regiones y podría tener derecho a contaminar en la actualidad", destacó el coordinador de Ecologistas en Acción.

   González concretó que, aunque es cierto que la media de toneladas de CO2 emitidas al año por cada extremeño es "ligeramente inferior a la media nacional", que se sitúa en 10 toneladas, las últimas cumbres mundiales barajan la media de 2,2 toneladas de dióxido de carbono por persona y año, una cifra con la que la comunidad "no sería, para nada, una región subdesarrollada" en términos de contaminación.