El PP y la Junta reclaman mantener abierta la Central Nuclear de Almaraz para evitar riesgos energéticos

Central Nuclear de Almaraz.
El PP y la Junta reclaman mantener abierta la Central Nuclear de Almaraz para evitar riesgos energéticos

El cierre de los reactores podría desencadenar una crisis energética en España, incrementando el riesgo de apagones y encareciendo la factura eléctrica.

El portavoz de Energía del Partido Popular en el Congreso, Guillermo Mariscal, ha solicitado al Gobierno central que reconsidere la decisión de cerrar la Central Nuclear de Almaraz prevista para los años 2027 y 2028. Mariscal advirtió que el cierre de los reactores podría desencadenar una crisis energética en España, incrementando el riesgo de apagones y encareciendo la factura eléctrica.

Durante una visita a las instalaciones de la central, Mariscal subrayó que la continuidad de Almaraz es fundamental para garantizar el suministro eléctrico y evitar un aumento en las emisiones de dióxido de carbono, al sustituirse esta energía por fuentes fósiles. Asimismo, señaló que el encarecimiento de la electricidad afectaría de manera especial a los jóvenes y dificultaría la atracción de inversiones en sectores con alto consumo energético.

La visita contó también con la presencia de Mercedes Morán, consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible de la Junta de Extremadura, quien manifestó el apoyo firme del Ejecutivo autonómico a la continuidad de la central nuclear. Morán criticó la decisión del Gobierno central, que calificó de “ideológica”, y defendió que la energía nuclear es una fuente segura, limpia y compatible con las energías renovables, esencial para la competitividad de Extremadura y del país.

La consejera destacó que la central genera miles de empleos directos e indirectos, contribuye significativamente al producto interior bruto regional y juega un papel crucial en la lucha contra la despoblación en las zonas rurales. Además, hizo un llamamiento para que España siga la senda europea, donde la energía nuclear cuenta con respaldo y subvenciones.

Por su parte, Mariscal recordó que, a pesar de las iniciativas aprobadas en el Congreso para mantener en funcionamiento las nucleares, el Gobierno nacional mantiene la hoja de ruta que contempla el cierre progresivo de Almaraz. Insistió en que el Ejecutivo central tiene la potestad para modificar esta decisión y evitar lo que calificó como un “suicidio energético” que perjudicaría a Extremadura y a todo el país.

El debate sobre el futuro de la Central Nuclear de Almaraz refleja la tensión entre las políticas energéticas nacionales y regionales, con repercusiones económicas, sociales y ambientales significativas en Extremadura y España.

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