Las víctimas denunciaron que dos jóvenes se les acercaban con actitud afectuosa, entablando conversación y abrazándolos de forma aparentemente amistosa. Poco después, se percataban de la desaparición de joyas que llevaban puestas en ese momento.
Los hechos ocurrieron hace unos días, cuando una llamada al 091 alertó de que varias personas estaban arrastrando hacia la calle una máquina expendedora de efectivo, tratando además de forzarla con una barra de hierro de grandes dimensiones.
La víctima relató que fue abordada por una mujer conocida que, tras pedirle dinero y obtener una negativa, le registró los bolsillos y le sustrajo 450 euros, aprovechando su avanzada edad y situación de indefensión.
Los investigadores localizaron las joyas sustraídas en un establecimiento comercial de la zona, al que el presunto autor las había vendido de forma progresiva durante los meses de marzo y abril.
Las investigaciones se iniciaron en agosto, cuando se tuvo conocimiento de una serie de robos y hurtos ocurridos en diferentes parcelas de la zona.