En tan solo dos minutos, los seis toros completaron el recorrido hasta la Plaza de Toros. Sin embargo, la entrada del último de los bueyes se demoró, alcanzando los chiqueros a los 3 minutos y cinco segundos.
Durante la mayor parte del trayecto, la manada ha permanecido compacta, lo que ha favorecido un encierro ágil, emocionante y seguro.
El herido, un hombre de 56 años, ha sufrido la rotura del recto, posible afectación del esfínter anal y rotura de la vejiga.
El encierro, previsto para las 13.00 horas, se ha retrasado por primera vez porque el camión que transportaba las reses bravas no llegaba, y finalmente ha comenzado a las 13.17 horas.
Lo más destacable fue el gran susto que protagonizó uno de los corredores que cruzó por delante de la manada y fue golpeado por las reses, ya en el suelo, sin que sufriera heridas de gravedad.
La rápida actuación del director de lidia, Rafael Cerro, evitó que la situación tuviera consecuencias más graves.
La larga duración de dicho encierro es debido a la colocación de los toros en los chiqueros, teniendo que cerrar las puertas y dejando a dos mansos en la plaza.
Todas las reses entraron sin mucho problema, haciendo que este encierro de las fiestas de San Buenaventura durara poco más de dos minutos.
Moraleja vive un nuevo día las fiestas de San Buenaventura, un día especial con el encierro de los conocidos "patas blancas".
Cuatro toros se quedaron rezagados en la plaza antes de entar en los chiqueros.
El primer encierro de las fiestas de San Buenaventura fue limpio, sin incidentes y sin lamentar heridos por asta de toro.