El delincuente fallecido este viernes en la Sierra de Santa Bárbara de Plasencia tras una persecución de más de dos horas tenía un impacto de bala en su cuerpo, concretamente en el omoplato, con orificio de entrada, pero sin salida y sin hemorragia, por lo que hasta que el cuerpo no ha sido inspeccionado por el forense no se ha descubierto el impacto. En todo momento se había creído que había fallecido a consecuencia de un infarto, al ser un hombre obeso y tras estar más de dos horas huyendo a pie por el monte.

El delegado del Gobierno en Extremadura, Germán López Iglesias, confirmó que hubo un tiroteo en el campo y el general jefe de la Tercera Zona de la Guardia Civil, José Antonio Hurtado, aclaró que ahora será necesario abrir una investigación para aclarar lo sucedido. De hecho ha precisado que cuando los agentes de la Guardia Civil le han cogido, el sujeto ha hablado y ha dicho que le dolía el pecho y unos instantes después se ha desvanecido por lo que han presupuesto que se trataba de un ataque al corazón.

Según ha narrado López Iglesias, la voz de alarma la ha dado esta mañana un policía nacional destinado en Plasencia, con domicilio en Jaraíz de la Vera, que hoy no estaba de servicio. A las 10.05 ha identificado el Ford Focus ranchera propiedad del ciudadano pacense que ayer falleció en Badajoz y tras dar el aviso a la comisaría de Plasencia ha iniciado una persecución aunque le ha perdido la pista durante el trayecto.

Los agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han salido al encuentro del asesino y tras cruzarse con él, han dado la vuelta y se ha iniciado una persecución “a grandes velocidades”. El individuo ha cogido el desvió del convento de las Carmelitas y el dispositivo formado por más de 50 efectivos disponibles se ha extendido por la zona del río y el campo hasta que ha sido localizado en una casa semiderruida.

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