Todo está preparado en Valverde de la Vera para entregarse y participar de una de las tradiciones y expresiones populares más especiales de la Semana Santa extremeña, como son Los Empalaos. Se espera la llegada de miles de visitantes que, a partir de la media noche del Jueves Santo, seguirán el sonido de las vilortas, de los pasos silenciosos, de las respiraciones contenidas de los Empalaos, de los cirineos y las nazarenas avanzando por las calles de Valverde de la Vera, por las catorce estaciones del Vía Crucis. Ya está todo preparado para revivir una tradición milenaria.

Es la Fiesta de Los Empalaos de Valverde de la Vera, que tiene lugar desde el viernes 22 de marzo, Viernes de Dolores, hasta el 31 de marzo, Domingo de Resurrección, y que ha sido presentada en un acto que ha contado con la presencia de la alcaldesa Esperanza Mayero.

Mayero, que estuvo acompañada de miembros de la Cofradía de Los Hermanos Empalaos, como Rosa María Salas, Javier Sánchez y el ex presidente José Luis Casado, así como del escritor, estudioso de Los Empalaos Ángel Correa, se ha mostrado convencida de conseguir la declaración como Fiesta de Interés Turístico Nacional de cara al año que viene, “ya que cumplimos con los requisitos y solo nos queda concluir algunos relacionados con la web o la comunicación digital”.

EL EMPALAO

Suelen ser en torno a l5 los Empalaos que, por una promesa o “manda”, deciden envolver su torso con cuerda y caminar con los brazos en cruz atados a una madera. Tal como detalla la Cofradía de los Hermanos Empalaos, “el Empalao camina descalzo, sobre sus hombros lleva un timón de arado sujeto por una soga de esparto que le envuelve torso y brazos desnudos. Lleva además una enagua blanca que le cubre de cintura para abajo, de la mitad de sus brazos penden un par de vilortas, con tres aros cada una, y una toga, símbolo del Crucificado.

Cubre su rostro con un velo blanco que sujeta con una corona de espinas, sobresaliendo por encima de la cabeza dos espadas cruzadas. En todo momento va acompañado por el Cirineo, que se oculta bajo una manta y le alumbra el paso con un farolillo”. A todo esto se suman las nazarenas, los voluntarios para ayudar a vestir y desvestir a los Empalaos y, por supuesto, los visitantes y participantes del pueblo que año tras año disfrutan y cuidan esta tradición.

Imagen: Un Empalao durante su procesión por las calles de Valverde de la Vera.