La comunidad autónoma de Extremadura registró un total de 152 ejecuciones hipotecarias sobre viviendas durante el año 2023, un 29,3% menos que el año anterior, de acuerdo a los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este dato marca un mínimo histórico en la serie, que se remonta hasta 2014, año en el que las ejecuciones hipotecarias ascendieron a 1.363.

Así, se desprende que del total de viviendas afectadas el pasado ejercicio, 5 de ellas eran nuevas y 147 usadas, mientras que por titularidad, 147 eran de personas físicas y 5 de personas jurídicas.

En el caso de las fincas de cualquier clase, a lo largo de 2023 se certificaron en Extremadura 305 ejecuciones hipotecarias, además de las viviendas, los datos registran 48 sobre fincas rústicas, 10 sobre solares y 95 sobre fincas urbanas de otro tipo.

En el cuarto trimestre los datos ofrecidos por el INE aportan que se cerró con 37 ejecuciones hipotecarias sobre viviendas en la comunidad autónoma, un 18,75% menos que en el mismo periodo de 2023. Del total de ejecuciones sobre viviendas, todas eran nuevas salvo una usada, y 34 de ellas eran titularidad de personas físicas.

En el conjunto del país, el número de ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales se situó en 9.248 en 2023, cifra un 21% inferior a la de 2022 y la más baja desde 2020.

Con este descenso, mucho más pronunciado que el que se registró en 2022 (-3,7%), las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales encadenan dos años de retrocesos después de que en 2021 y 2020 se dispararan un 60,3% y un 41,6%, respectivamente.

El objetivo principal de esta estadística del INE es ofrecer trimestralmente el número de certificaciones de ejecuciones hipotecarias iniciadas e inscritas en los Registros de la Propiedad durante el trimestre de referencia. El Instituto Nacional de Estadística recuerda que no todas las ejecuciones de hipoteca terminan con el lanzamiento o desahucio de sus propietarios.