Agentes de la Policía Nacional y funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria han detenido en un municipio de la provincia de Cáceres a un matrimonio que lideraba una secta y que realizaba prácticas delictivas para captar nuevos adeptos.

Los detenidos, un psicólogo y su mujer, dirigían una sociedad que utilizaban para promocionar supuestas terapias psicológicas y están acusados de la comisión de al menos nueve delitos: contra la salud pública, lesiones, contra la libertad sexual, contra los derechos de los trabajadores, intrusismo profesional, coacciones, contra la integridad moral, blanqueo de capitales y asociación ilícita.

El matrimonio llevaba más de 20 años desarrollando estos hechos y captando nuevos adeptos y llegaron a reunir en algunas ocasiones a más de 50 personas a las que aislaban de su entorno familiar, social y profesional. Una vez bajo su control, los adeptos realizaban las funciones que se les encomendaban dentro del grupo y seguían las directrices marcadas por sus líderes.

La Policía Nacional ha confirmado que en la secta se ejercía un control total sobre las nuevas personas que entraban a formar parte del grupo, hasta el extremo de que perdían su capacidad de discernir en qué lugar residir, qué estudios cursar y con quién contraer matrimonio. Además, los detenidos les solicitaban continuas aportaciones de dinero sin recibir a cambio ningún tipo de factura ni justificante de pago, enriqueciéndose a través de prácticas presuntamente ilegales.

Además de las detenciones, se han practicado dos registros, uno en el domicilio de los detenidos en una finca de grandes dimensiones de un municipio cacereño, y otro en un local en Madrid, donde realizaban terapias un día a la semana. Durante los registros se han intervenido más de 100.000 euros en efectivo, diferentes sustancias estupefacientes, así como diverso material informático y documental de interés para la investigación.

Las detenciones se han podido llevar a cabo gracias a la colaboración ciudadana, pues los agentes recibieron un correo electrónico en el que se relataban las sospechas sobre las prácticas delictivas que se estaban cometiendo. Aunque la Policía Nacional no ha dado a conocer el municipio en el que se realizaban este tipo de prácticas, todos los indicios apuntan a que ha sido en la comarca de La Vera o el Campo Arañuelo.

La operación ha sido desarrollada por la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, con la colaboración de la Unidad de Análisis de la Conducta de la Comisaría General de Policía Judicial, la Unidad Regional Operativa de Madrid y Extremadura (unidad Operativa de Cáceres) y el Área de Operaciones Terrestres de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria. Además ha contado con la colaboración de la Brigada Provincial de Información de Cáceres y se ha realizado bajo la dirección del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Navalmoral de la Mata (Cáceres).

SEXO CON EL LÍDER

Los detenidos realizaban distintas pseudo psicoterapias en establecimientos en los que se practicaban de ninguna clase de habilitación sanitaria ni autorización administrativa. Durante las sesiones utilizaban técnicas de manipulación coercitiva, con las que lograban manipular la voluntad de los adeptos.

A las personas que participaban en este tipo de prácticas se les facilitaban distintos tipos de estupefacientes y psicoactivos para controlar sus normas de comportamiento, como marihuana o MDMA, y psicoactivos como la ayahuasca y peyote. De este modo se ponía en riesgo la salud física y psíquica de las víctimas, ya que además no se realizaban terapias médicas convencionales avaladas por la evidencia científica.

El matrimonio líder de la secta mantenía un discurso de odio respecto a la homosexualidad y alegaba que se trata de una enfermedad que se puede revertir con la abstinencia y manteniendo relaciones sexuales obligadas con la líder del grupo. El psicólogo detenido avalaba estos fundamentos y consentía que los adeptos mantuvieran relaciones sexuales con su mujer.

Tras la desarticulación de este grupo y las detenciones llevadas a cabo se ha podido saber que los adeptos presentaban síntomas compatibles con trastornos psicológicos derivados de la pertenencia a sectas y al sometimiento a técnicas de persuasión coercitiva. Los investigadores continúan analizando y recabando información económica y patrimonial de los detenidos.

En la imagen de archivo, una detención llevada a cabo por la Policía Nacional.