Diversas piezas pertenecientes a ajuares funerarios de la Edad del Cobre (unos 2.500 años antes de Cristo) conforman el hallazgo llevado a cabo por el Campo de Voluntariado Juvenil ‘Escuela de Arqueología Prehistórica’ desarrollado este verano en el Monumento Natural Cuevas de Fuentes de León.

En concreto, se han hallado ídolos tipo falange con decoración incisa, un posible enmangue de hueso con decoración reticulada junto a conchas marinas perforadas, cuentas de collar en piedra, así como diversos útiles líticos (puntas de flechas, dientes de hoz, perforadores¿), piezas que forman parte del ajuar funerario en el gran enterramiento colectivo prehistórico que desde hace años se viene estudiando en este conjunto de cavidades.

Estos hallazgos revisten «una extraordinaria importancia, no sólo por su excelente estado de conservación, sino porque permiten profundizar en el conocimiento del mundo ritual de las comunidades que habitaban este territorio a lo largo de la prehistoria reciente», según ha señalado Hipólito Collado, responsable de la Sección de Arqueología de la Dirección General de Patrimonio y coordinador de esta Escuela de Verano de Arqueología Prehistórica.

El análisis de los restos antropológicos documentados permitirá conocer sus características físicas, el tipo de dieta que llevaban, así como las patologías más comunes que les afectaban a lo largo de su vida.

Las piezas se encuentran en una fase de estudio y restauración. Posteriormente, serán entregadas para su depósito definitivo al Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, que ya cuenta en su exposición con algunas piezas similares pertenecientes a la Edad del Cobre en Extremadura.

Este yacimiento arqueológico es uno de los más importantes de la comunidad autónoma, en el que se viene desarrollando desde hace más de 20 años el proyecto de investigación ‘Orígenes’, en el que se han documentado restos que abarcan desde época romana hasta el pleistoceno medio. Collado ha subrayado también la importancia que para un proyecto de estas características supone de la colaboración entre diferentes instituciones públicas que año tras año permiten la organización y el desarrollo de esta Escuela de Arqueología, donde el INJUVE aporta fondos económicos, el Ayuntamiento facilita el alojamiento y apoyo técnico y la Consejería de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deportes presta sus recursos humanos.

Esta colaboración permite, además, la formación de una veintena de estudiantes de arqueología que, a lo largo de la campaña, reciben nociones de metodología arqueológica en cueva, tratamiento de materiales, así como su estudio y conservación.

Todo ello se complementa con formación relativa a otros aspectos relacionados con la arqueología en general, visitas a yacimientos, así como diversas actividades didácticas que aportan una visión general de la arqueología y, en particular, de esta actividad en la región con vistas a su futura integración en el mundo profesional.