Mazapanes, magdalenas, tocinillos de cielo, roscos de vino y nevaditos son algunos de los productos, entre más de 50 variedades, que se pondrán a la venta los días 4, 5 y 6 de diciembre en la XII Feria del Dulce Conventual, que regresa a la Iglesia de San Francisco Javier (Preciosa Sangre) tras un año de parón por la pandemia.

Contará con la participación de once conventos de clausura, menos que en las ediciones anteriores.

La edil de la Institución Ferial de Cáceres (IFECA), María Ángeles Costa, ha recordado que el año pasado no pudo celebrarse debido a la pandemia, “y este año a pesar de que tenemos que seguir manteniendo las medidas sanitarias creemos que estamos en disposición de llevarla a cabo sin problemas”.

En esta edición se volverá a contar con la colaboración del Grupo Scouts Al-Kazires para vender los dulces durante los tres días de la feria.

Costa ha detallado que se han adquirido dulces de once conventos de clausura, “por un valor que supera los 10.000 euros, para una tonelada de manjares elaborados artesanalmente por las hermanas de los conventos, que nos permiten degustar recetas que mantienen una tradición de siglos y que durante tres días están al alcance de todos; los precios oscilan entre los 5 y los 10 euros”.

Los conventos participantes son: Santo Domingo El Antiguo, de Toledo; Real Monasterio de Santa Ana, de Badajoz; Purísima Concepción, de Osuna; Nuestra Señora de los Ángeles, de Constantina; y Santa Clara, de Llerena.

También, Purísima Concepción, de Siruela; Madre de Dios, de Coria; La Encarnación, de Plasencia; Nuestra Señora de la Salud, de Garrovillas; San Francisco El Real, de Trujillo; y Las Jerónimas, de Cáceres.

Ginés Rubio, ecónomo de la Diócesis de Coria Cáceres, que cede el templo para la feria, ha agradecido al ayuntamiento la iniciativa.

“Es una tradición; aporta una actividad más en el puente y tiene ese aspecto solidario que nosotros intentamos destinar hacia esas instituciones que trabajan a nivel social desde la diócesis”, ha señalado.