La desesperación crece entre los 200 trabajadores del Ayuntamiento de Alburquerque que acumulan hasta once meses sin cobrar sus nóminas y que incrementarán la «intensidad» de sus protestas ante el trato «inhumano» que están recibiendo.

«Pocas veces se ha atentado en la España democrática de forma tan desmesurada contra unos trabajadores públicos», afirman en un comunicado.

Señalan que no se puede jugar así con tantas familias que tras oír «cantos de sirena» sobre la propuesta de para poder cobrar que la Junta de Extremadura prepara conjuntamente con la Diputación de Badajoz, dado que «nadie» se ha puesto en contacto con ellos.

«Seguimos esperando respuestas, esta vez de las administraciones provincial y regional, porque de la local ya no esperamos nada», aseveran.

Vuelven a denunciar la «gravedad» de una situación que se está manteniendo «con la complacencia de otras instancias políticas y la lentitud de nuestro sistema judicial».

Afirman que el único objetivo que persigue la alcaldesa, Marisa Murillo, para garantizar su continuidad es mantener «a toda costa» las residencias de mayores, de ahí que las trabajadoras de estos centros son las únicas que han cobrado sus últimas nóminas.

Denuncian además que hay empleados que acuden cada día a su puesto de trabajo «sin contar con ocupación», mientras que otros son víctimas de acoso laboral y desplazados.

Ante esta situación «de extrema precariedad laboral que se prolonga demasiado», los trabajadores señalan que no les queda otra alternativa que aumentar la intensidad en las protestas con nuevas acciones que darán a conocer en próximos días, «en las que esperamos el respaldo de la sociedad alburquerqueña». EFE