La organización criminal que tenía su base de operaciones en el Hotel El Cortijo de Miajadas y que ha sido desarticulada por la Policía Nacional con la colaboración del Servicio Secreto de los Estados Unidos llegó a pasar  en una ocasión tarjetas de débitos americanas en una farmacia por importe de 80.000 euros en menos de una hora, según han explicado hoy miembros de la investigación.

Del mismo modo utilizaron el datáfono de un club taurino para pasar la tarjeta Visa avalada por un banco americano por importe de 300.000 euros. La Policía Nacional no ha querido confirmar si tanto la farmacia como el club taurino se encuentran en Extremadura, aunque sí ha desvelado que los propietarios de los establecimientos que actuaban como compinches a cambio de una comisión se encontraban en municipios de poca población, generalmente en esta comunidad autónoma.

Un portavoz policial ha llegado a indicar en la rueda de prensa de este miércoles en Madrid que al tratarse de municipios de Extremadura con un reducido número de habitantes en los que todos los vecinos se conocen, hubo empleados de banca que advirtieron a los clientes de la entidad que estaban siendo objeto de una investigación, poniéndoles en situación de alerta y dificultando la labor de los agentes.

Según la policía, era tal el convencimiento de que su actividad era impune que durante el estado de alarma, y en pleno confinamiento, realizaron cargos en hoteles que se encontraban cerrados al público por más de 1.300.000 euros. Los empresarios y autónomos que se han lucrado con la actividad ilegal de la organización son de todos los sectores, como hostelería, joyerías, empresas de construcción, productos cárnicos, turísticos, alquiler y compraventa de vehículos, maquinaria agrícola, clubes de alterne, azulejos y cerámica, entre otros.

Los líderes del grupo, de origen albanés, utilizaban documentación falsa griega y contaban con personal de confianza, todos ellos españoles, que trabajaban para la organización realizando diversas funciones. Entre los detenidos hay empresarios y autónomos de Extremadura que permitían pasar tarjetas americanas en el datáfono de su comercio a cambio de una comisión del 15% del importe. Una vez el dinero en su cuenta bancaria se veía obligado a reintegrar el 85% restante mediante transferencia bancaria a una de las muchas cuentas que manejaban los principales miembros de la organización tanto en España como en diferentes países de Europa. Para justificar la supuesta transacción elaboraban facturas falsas a nombre de las mercantiles americanas que figuraban en la tarjeta, con la finalidad de simular haber comprado productos o prestado algún servicio.

La trama urdida para llevar a cabo la estafa y el blanqueo de capitales era prácticamente una obra de ingeniería financiera. Cuando las tarjetas americanas estaban en poder de los miembros de la organización asentados en España, eran utilizadas en diversos establecimientos por elevados importes mediante el sistema de preautorización. Los arrestados se aprovechaban de la diferencia de aceptación del pago existente entre los bancos americanos y españoles. De este modo, pasados unos días la entidad bancaria americana detectaba que el pago no se había autorizado y devolvía el dinero a la cuenta de su cliente, quien formaba parte de la organización. Después de esa devolución la tarjeta volvía a ser pasada en los datáfonos de los comercios españoles para liberar el importe retenido inicialmente, generando un descubierto en la cuenta bancaria norteamericana vinculada a la tarjeta de la que ya habían sido extraídos todos los fondos regresados de la devolución.

Inmediatamente después de que el dinero estuviera en la cuenta bancaria asociada al TPV español los fondos eran desviados mediante transferencia a las cuentas de diversas empresas, igualmente puestas en marcha por miembros de la organización asentados en multitud de países de Europa. A continuación se elaboraban falsas facturas de compraventa para que el propietario del establecimiento connivente justificase la transacción por un importe tan elevado e inusual.