El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha argumentado que la situación actual de la pandemia no es comparable a la vivida el 14 de marzo, que obligó a decretar un confinamiento domiciliario general, y que hay que luchar por evitar un nuevo confinamiento domiciliario de la población.

Sánchez ha dicho que «podemos conseguir detener la transmisión del virus sin detener la vida» y con menos sacrificios porque en la segunda ola estamos mucho mejor preparados: hacemos más pruebas, el sistema sanitario tiene más material y la sociedad conoce las vías de transmisión.

En este sentido, ha manifestado que ni el Gobierno, ni las comunidades autónomas ni los ayuntamientos tienen ningún interés en imponer más limitaciones que las imprescindibles para evitar la propagación de la pandemia: «Queremos y debemos evitar a toda costa recurrir a un nuevo confinamiento domiciliario como el que vivimos durante semanas en primavera».

El jefe del Ejecutivo ha manifestado que España y toda Europa tienen la obligación de aplicar nuevas medidas o endurecer las existentes para frenar la transmisión del coronavirus.

En el caso de España, Pedro Sánchez ha recordado que la cifra oficial de contagiados ha ascendido esta semana a un millón y que los estudios de seroprevalencia realizados indican que el número real de personas que han estado infectadas supera los tres millones.

Además, se ha duplicado la cifra de casos notificados en 24 horas con respecto al peor día de la primera ola, si bien las cifras de hospitalizados y fallecidos son inferiores a las de entonces porque se ha pasado de hacer 30.000 PCR diarias en las primeras semanas a más de 100.000 en la actualidad. «La primera semana de octubre alcanzamos un récord de más de 800.000 pruebas diagnósticas de infección activa», ha dicho el presidente.

Pedro Sánchez ha indicado que la llegada del frío y la incidencia de las enfermedades respiratorias estacionales como la gripe conforman un contexto propicio para propagar la epidemia y volver a tensionar el sistema sanitario, por lo que las comunidades autónomas han hecho un esfuerzo para adoptar medidas suplementarias con el fin de frenar los contagios.

No obstante, el presidente ha recalcado que la difusión del virus no ha desaparecido, por lo que el objetivo es intensificar las acciones para doblegar juntos la segunda curva: «La situación es grave. Y entre todos, debemos actuar con determinación, con la máxima disciplina social y la necesaria e imprescindible unidad. Protegiendo la salud pública de todos y unidos todos frente al virus».