ISABEL BARRANTES 

 

El sector olivarero del norte de la provincia de Cáceres ha pedido la Indicación Geográfica Protegida (IGP) para la manzanilla cacereña por su calidad, su tradición y su función como agente forestal.

Esta ha sido una de las conclusiones obtenidas de la reunión celebrada en Villanueva de la Sierra entre las cooperativas del norte cacereño, representantes de las comarcas de Sierra de Gata, Las Hurdes, el Valle del Alagón y Tierras de Granadilla y la Diputación Provincial de Cáceres.

En este encuentro también ha anunciado la formación de la Agrupación de Productores.

Según han informado desde la institución provincial, la solicitud de la IGP viene avalada por “la calidad que tiene la manzanilla cacereña, la tradición cultural de siglos y el valor que tiene como agente forestal, porque donde hay olivos no hay incendios”.

Con este motivo, en los próximos días se trasladará a la Junta de Extremadura y a la Delegación del Gobierno la necesidad de adoptar medidas especiales a corto plazo para paliar los efectos que la sequía de los últimos meses ha tenido en este sector clave y estratégico de la provincia.

Así, se solicitará el adelanto de ayudas y subvenciones de producción integrada, además de llevar a cabo un estudio riguroso de los seguros, teniendo en cuenta la peculiaridad de este cultivo.