Las pruebas de balística del laboratorio científico de la Policía Nacional determinarán si Rafael Robles García, asesino de un hombre de Badajoz de 57 años el pasado jueves, y autor de un intento de secuestro de un joven y su bebé en Plasencia, es también el autor material de la muerte de un joven de 28 años vecino de Cazalegas que fue encontrado sin vida el pasado 30 de enero en la finca Santa Teresa de esta localidad de la provincia de Toledo.

Todos los indicios apuntan a que Robles García pudo cometer este crimen ya que tenía vínculos y contactos en Talavera de la Reina (Toledo) y además se encontró el vehículo del joven toledado en las inmediaciones del tanatorio que hay junto al Puente Real de Badajoz  ardiendo.

 

Los responsables de la investigación tienen muchos indicios, pero pocas pruebas materiales ya que el coche quedó completamente calcinado. Los acontecimientos de los últimos días provocaron que se relacionase este crimen con la muerte de un hombre de 57 años cerca del club de piragüismo de Badajoz el pasado jueves y su vinculación con el intento de secuestro de un joven y su hija de 11 meses el 22 de enero.

La operación policial concluyó el pasado viernes con la localización, detención y posterior muerte del presunto autor de los tres delitos. Dos muertes que podrían haber sido accidentales ya que Robles García tenía como único objetivo conseguir un medio de transporte para volver a Plasencia a vengarse de un hombre que residía en la zona de la Avenida Dolores Ibarruri al que responsabilizaba de su entrada en prisión.

 

La muerte de Rafael Robles García se atribuyó en un primer momento a una parada cardiorespiratoria, ya que el individuo de 53 años estaba obeso y estuvo durante más de dos horas huyendo monte a través por la sierra de Santa Bárbara en Plasencia. Las fuerzas del orden comunicaron el viernes al mediodía, tras la detención, que la muerte habría sido debido a un infarto. Esa misma tarde se especificó que el cuerpo del delincuente presentaba un impacto de balo en el omóplato, y no presentaba ninguna hemorragia, por lo que fue tras la inspección del forense cuando se tuvo constancia de la herida de bala.

La Guardia Civil reconoció que durante la persecución en el camino del Espartal se había producido un tiroteo, ya que el sujeto iba armada con dos pistolas. Para determinar el discurrir de los acontecimientos se abrirá una investigación policial. 

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