El hospital Infanta Cristina de Badajoz ha sido el primer centro en España en utilizar un nuevo electrodo para desfibriladores implantables que agiliza la cirugía de la muerte súbita cardíaca. Este avance técnico permitirá a los médicos implantadores conseguir tasas de implante exitosas, así como disminuir el tiempo medio del implante.

Los electrodos para desfibrilación son cables aislados que conectan el desfibrilador automático implantable (DAI) o desfibrilador de terapia de resincronización cardíaca al corazón. Hasta el momento se han utilizado estos desfibriladores en el hospital Infanta Cristina de Badajoz en unos 650 pacientes.

Los cardiólogos del hospital pacense Juan José García Guerrero y Joaquín Fernández dela Conchahan sido los encargados de llevar a cabo la intervención con este novedoso electrodo implantable de desfibrilación, que facilita la simplificación y el desarrollo de la terapia de desfibrilación cardiaca, a la vez que satisface las necesidades tanto de médicos como de pacientes.

Algunas de las características de este electrodo para los desfibriladores implantables son una modesta reducción de su tamaño para facilitar su manipulación y maniobrabilidad, sin alterar el grosor del aislamiento ni la fiabilidad, atributo de vital importancia, ya que este tipo de electrodos se implantan en el interior del corazón durante la vida útil de los dispositivos. Además, mejora las propiedades eléctricas y reduce los umbrales de estimulación. El nuevo electrodo simplifica el implante por su mejora en diámetro y maniobrabilidad.

El desfibrilador automático implantable (DAI) es un aparato diseñado para monitorizar el ritmo cardiaco del paciente. En caso de que presente ritmos rápidos (taquicardia) de características potencialmente peligrosas, el DAI las suprime mediante pulsos o descargas eléctricas.

ARRITMIA VENTRICULAR GRAVE

Los desfibriladores automáticos implantables están indicados en aquellos pacientes que han padecido algún episodio de arritmia ventricular grave. También se establece una indicación para pacientes con infarto de miocardio o miocardiopatía dilatada y disfunción ventricular severa por conllevar un alto riesgo de presentar arritmias graves y muerte súbita.

De esta forma, cuando el dispositivo detecta una fibrilación ventricular (arritmia cardíaca muy grave, con una alta tasa de mortalidad si no se revierte a tiempo) descarga un choque directamente sobre el ventrículo derecho que se transmite a través del cable implantable de desfibrilación que normalmente devuelve al corazón a su ritmo normal.

Por tanto, el DAI es un dispositivo que está vigilando de forma continua el ritmo cardíaco. Si éste se acelera por encima del límite marcado, reconoce que existe una taquicardia y de manera automática descarga la terapia.

Es este hecho de vigilar continuamente el ritmo cardíaco lo que hace valioso el DAI. La única forma de poder ser eficaz ante situaciones inesperadas es estar alerta 24 horas al día, 365 días al año.

Este dispositivo cardíaco se implanta con anestesia local debajo de la piel, en la zona pectoral, introduciendo uno o varios cables que contactan con el corazón a través de la vena subclavia. No requiere cirugía a corazón abierto y la mayoría de los pacientes pueden irse a casa en 24 horas y volver gradualmente a sus actividades cotidianas.

MUERTE SÚBITA

Dentro de las enfermedades cardiovasculares la muerte súbita es una de las de mayor impacto. La causa de ésta es la aparición de arritmias ventriculares malignas. Se produce con mayor frecuencia en pacientes con cardiopatía isquémica y/o con disfunción ventricular izquierda severa.

En estos pacientes con mayor riesgo de tener muerte súbita se implanta el dispositivo (DAI) que incide en una disminución de la mortalidad.