La organización agraria Apag Extremadura Asaja ha denunciado que el sector del porcino en Extremadura "se encuentra a punto de expirar mientras que la Consejería de Agricultura del Gobierno de Extremadura no hace efectiva ninguna medida real para intentar su salvación".

 "Podríamos decir que ‘la joya de la dehesa' que significa el porcino ibérico para Extremadura ya sólo se puede vender a precio de bisutería", ha declarado Manuel Laparra, presidente de esta organización agraria, que lamenta el cierre de cientos de explotaciones porcinas en los últimos tiempos ahogados por las deudas y la desesperación.

El deterioro económico producido en cientos de explotaciones de cochinos de Extremadura, que ha llevado al cierre a muchos de ellos, se ha multiplicado en los últimos tiempos por la miseria que significa los precios de venta y la brutal subida de los precios de los piensos.

A esto hay que añadir que el próximo 1 de enero de 2013 todas las explotaciones de porcino deberán de adaptarse a exigentes condiciones de la normativa de Bienestar Animal. Esto conllevará consigo nuevas e inoportunas inversiones que supondrán, sin duda, la puntilla para el sector. Además, hay que señalar que dichas inversiones serán imposible realizarlas porque los bancos no proporcionan ningún tipo de financiación "ya que hace tiempo decidieron cerrar el grifo de los préstamos y de esta manera desconectaron la máquina de la UVI donde se encontraba el enfermo, certificando su muerte", subraya Laparra.

A todo ello hay que añadir la falta de sensibilidad de la administración regional, que sólo se ha dedicado a convocar mesas del sector, como la de hace cuatro meses, con el objetivo de acordar una modificación de la norma de calidad del ibérico y trasladarla al Ministerio de Agricultura, que aún no la ha publicado y por lo tanto no ha entrado en vigor. "Esa nueva norma, que al parecer no tiene previsto aprobarse hasta al menos el próximo mes de octubre, se convertirá en una medicina ineficaz por la tardanza del Ministerio de Agricultura en aplicarla porque para entonces el enfermo estará ya muerto", declara Manuel Laparra. También pedimos al gobierno la equiparación del IVA compensatorio de la ganadería (que está en el 10,5%) con el de la agricultura (que se encuentra en el 12%).

El presidente de APAG EXTREMADURA ASAJA crítica a su vez que la Consejería de Agricultura sólo se dedique a marear la perdiz, convocando reuniones que luego no se traducen en ninguna medida concreta, que no resuelven, por la falta de toma de decisiones, los verdaderos problemas del sector al no dedicarse a buscar las soluciones reales mientras la situación dramática se deteriora aún más día a día", concluye Laparra.