Un grupo de 13 asociaciones de inmigrantes de Extremadura se ha federado para poder contar con una "voz común" y defender sus derechos especialmente en los momentos actuales de crisis.
El vicepresidente primero de la Federación de Inmigrantes de Extremadura (FIEX), Mbarek Saror, el secretario de la Federación, Antonio Tejeda, el tesorero, Alfonso López, la vicepresidenta tercera, María Gemio, y el secretario de acción social de UGT en Extremadura, Nereo Ramírez, se han reunido para dar a conocer la nueva federación de Inmigrantes de Extremadura, constituida el pasado 15 de septiembre.
Así, Tejeda explicó que el motivo esencial de la creación de FIEX ha sido "poder participar en la sociedad extremeña a través de una voz común" que represente a todo el colectivo, 28.738 inmigrantes asociados, para defender sus derechos.
Por su parte, Mbarek Saror explicó que lo que quieren es "la integración plena", que no se les trate como a "diferentes" sino como "parte de una inmigración plena y necesaria".
A su vez, Nereo Ramírez informó de que desde hace cinco años UGT viene defendiendo la necesidad de crear este tipo de estrategias para los trabajadores inmigrantes ya que el trabajo es el "elemento prioritario de la integración".
Por este motivo, explicó el secretario, UGT ayudó a estas asociaciones a dar el paso y les animó "a que salieran de sus localidades" para crearse como un "locutor válido ante la administración".
CRISIS
De esta manera, la federación, que consta en principio de 13 asociaciones y otras 5 en trámite de entrada, pretende hacerse "más fuerte", apuntó Saror, "para no perder los derechos" que han conseguido en estos últimos 10 años con motivo de la crisis.
En relación a esto, el secretario de acción social de UGT en Extremadura destacó que la crisis está causando un daño especial al colectivo de inmigrantes ya que los trabajadores autóctonos están encontrando "ahora los problemas que tenían los inmigrantes hace dos años" en el ámbito laboral y están aceptando los trabajos en condiciones "incluso por debajo de los convenios colectivos", con lo que coloca a los inmigrantes en una posición "peor todavía".
