La Confederación Independiente de Empresarios de la provincia de Badajoz (CIEM) pide que se asegure el futuro de la Central Nuclear de Almaraz. Han argumentado su importancia para Extremadura desde diversos ángulos: social, económico y medioambiental.

Los empresarios han expresado su preocupación por el cierre prematuro de la central, destacando la falta de una alternativa viable que pueda garantizar tanto el suministro energético como la estabilidad laboral que esta infraestructura proporciona. Alertan sobre el aumento proyectado en la demanda energética debido a los planes de industrialización en la región, subrayando la necesidad de ofrecer certezas a los inversores para evitar la incertidumbre que podría perjudicar las inversiones.

El presidente de CIEM, José Luis Iniesta, ha rechazado la idea de considerar la reciente parada de uno de los reactores como una justificación para el cierre definitivo, argumentando que esta interrupción fue una situación excepcional y no representa la norma. Además, ha recordado que la energía nuclear es considerada como una fuente limpia por la Unión Europea, con la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, respaldando la extensión de la vida útil de las centrales nucleares como una medida económica para asegurar un suministro energético limpio a gran escala.

CIEM ha subrayado el papel fundamental de Almaraz en el suministro eléctrico, aportando el 7% de la demanda eléctrica en España en 2023. Advierten sobre las posibles consecuencias negativas de un cierre, como un aumento de las emisiones de CO2 y el consiguiente encarecimiento de la factura energética para los consumidores. Asimismo, destacan el impacto positivo de la central en la generación de empleo de calidad, la fijación de población y el impulso al crecimiento económico tanto en la zona local como en toda Extremadura, con un impacto estimado en el PIB regional de 115 millones de euros.

En la foto de archivo, central de Almaraz.