La portavoz de Unidas por Extremadura, Irene de Miguel, ha asegurado que la energía eléctrica representa la mitad del sector industrial de la región, pero ha advertido que sólo genera 1.690 empleos en esta comunidad autónoma, que suponen el 5 por ciento del empleo total su ámbito de actuación.

La formación política asegura que se trata de un modelo que no genera empleo en Extremadura pese a disponer de las instalaciones más grandes de Europa y ha asegurado que esta región continúa siendo «una colonia» en manos de quienes se están enriqueciendo y se muestran partidarios de que la Central Nuclear de Almaraz siga funcionando.

De Miguel ha hecho estas declaraciones el mismo día que la Asociación de Municipios en Áreas de Centrales Nucleares y Almacenamiento de Residuos Nucleares (AMAC) ha solicitado la prolongación de la vida de las plantas aún en funcionamiento, en contra del cierre acordado por el Gobierno y las empresas eléctricas. Al mismo tiempo ha reclamado una moratoria para las grandes instalaciones fotovoltaicas de la región.

La portavoz de Unidas por Extremadura ha puesto sobre la mesa algunos datos para avalar su postura: Extremadura es la comunidad autónoma con mayor producción fotovoltaica del país, la segunda en nuclear y en termosolar, y la tercera en potencia hidráulica.  Por eso ha presentado en el pleno de la Asamblea de Extremadura de este jueves esta moratoria para grandes instalaciones fotovoltaicas con el argumento de que hay que apostar por transitar hacia modelos productivos y energéticos que minimicen las emisiones de gases de efecto invernadero con energías limpias y renovables.

La formación política es partidaria de que se aproveche la «enorme oportunidad» que en su opinión se presenta para territorios como el nuestro, con una comunidad rica en sol ideal para la transición energética, pero acostumbrada a tender lo que denominado «una alfombra roja a las grandes empresas del oligopolio eléctrico para instalar grandes plantas fotovoltaicas”.

El Club Senior de Extremadura ya dio a conocer en uno de sus informes que la región está viviendo la tercera colonización energética, después de la nuclear y la hidroeléctrica, con la nueva transición basada en las energías renovables, sobre todo la fotovoltaica y la termosolar. Y este informe también le ha servido a la diputada para avalar su postura.