La propuesta de Antiviolencia de multar con 90.000 euros al CD Hernán Cortés por las deficiencias de seguridad detectadas en el encuentro de la primera eliminatoria de la Copa del Rey ante el Real Betis ha caído como un jarro de agua fría en el seno del modesto club pacense, pedanía de Don Benito que ni siquiera alcanza los mil habitantes. El partido se jugó en el Estadio Francisco de la Hera de Almendralejo, ya que el campo del Hernán Cortés es un campo de inferior categoría y no podía acoger a los numerosos aficionados que asistirían al evento.

Esta propuesta concreta se justifica «por deficiencias en el control de acceso y permanencia de espectadores al abrir sólo 13 de las 23 puertas que tiene el campo de fútbol que se había acordado en la reunión previa de seguridad, lo que generó una gran aglomeración de más de 8.000 personas en las puertas de acceso».

Alegan que “muchos espectadores entraron al estadio con banderas y tifos de grandes dimensiones, bengalas, botes de humo y pirotecnias, provocando lesiones en algunos espectadores que se encontraban cerca de estos artefactos”.

“Ante tales hechos muy graves, la Comisión Antiviolencia pide a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), como organizador de esta competición deportiva, que adopte de inmediato las medidas oportunas para verificar si los campos de fútbol de algunos equipos reúnen las condiciones para celebrar un encuentro multitudinario de este tipo y que vele por la seguridad de los espectadores en cumplimiento con las normas establecidas en la Ley 19/2007, de 11 de julio, contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte».

Ahora cabe esperar, que la sanción no sea tan alta para un modesto club, que prácticamente podría desaparecer, sus jugadores no viven del deporte, desempeñan trabajos normales y no cobran del club, sólo se les pagan los desplazamientos cuando juegan fuera.