El próximo 26 de octubre se procederá a la apertura de la Puerta Santa que dará comienzo al Año Santo Jubilar berzocaniego. El 26 de octubre de 1223, un labrador hallaba, mientras realizaba su labor, el sepulcro donde estaban enterrados San Fulgencio y su hermana, Santa Florentina. El pueblo de Berzocana empezó a darles culto en la capilla de la Iglesia Parroquial y de esta forma esta localidad con poco más de 400 vecinos se convirtió en uno municipios con una trascendencia especial en la Diócesis de Plasencia.

Con motivo de la conmemoración de los 800 años del hallazgo de las reliquias de los santos, la Santa Sede concedía el Año Santo Berzocaniego (ya se celebró uno en 2010 que supuso el primer Jubileo dentro de la Diócesis). Con la apertura de la Puerta Santa el 26 de octubre se inaugurará el jubileo que durará exactamente un año, hasta el 26 de octubre de 2024.

En la actualidad se está a la espera de que la comisión organizadora formada por los sacerdotes del arciprestazgo y el presidente de la Cofradía y las autoridades locales y diocesanas, esbocen el calendario definitivo de lo que será un año con numerosos actos litúrgicos y culturales.  En los próximos días, se establecerán nuevos encuentros de la comisión organizadora para cerrar y perfilar los actos proyectados y darlos a conocer con suficiente antelación.

Aunque el programa se irá conociendo en los próximos meses, uno de los intereses es que los actos principales coincidan con las celebraciones tradicionales del municipio. En Berzocana se celebran cuatro fiestas anuales en honor a San Fulgencio y Santa Florentina, que también se espera que sean momentos importantes dentro del Jubileo. El 16 de enero se celebra San Fulgencio; el 14 de marzo, Santa Florentina; el 26 de octubre la aparición de los Santos y, las más populares, el penúltimo domingo de agosto, que conmemoran la Traslación de las Reliquias desde el altar a la Capilla que se erigió para ellas.

Para ganar el jubileo está previsto realizar un recorrido comenzando por “La Cruz de los Santos”, el lugar donde la tradición coloca donde se encontraron las reliquias enterradas durante siglos, y continuando con la visita de las demás ermitas de la localidad (del Niño Jesús y de la Concepción).

En el año 2010, con motivo del 400 aniversario de la traslación de las reliquias a la Capilla de los Santos, la localidad ya vivió un Año Santo pleno de actividad con grandes celebraciones de religiosidad popular.