Extremadura atraviesa una situación de extrema sequía que pondrá en peligro el riego de numerosos cultivos y que incluso podría afectar al abastecimiento de algunas poblaciones, pero Iberdrola ha desperdiciado millones de litros de agua en las últimas semanas.

Como ya sucediera el pasado año, el agua desembalsada se ha producido en los pantanos de la Cuenca del río Tajo, y de manera especial en Valdecañas, Gabriel y Galán y Alcántara, que en su conjunto han perdido 39.000 millones de litros.

El presidente de la Asociación de Amigos de Monfragüe, Paco Castañares, ha asegurado que Iberdrola ha vuelto a «saquear» de nuevo los embalses extremeños y a malgastar otros 46.000 millones de litros de agua en una semana (46 hm3), «una cantidad suficiente para abastecer a una población de 690.000 habitantes durante un año».

Según sus datos, en los últimos tres meses, además, la compañía eléctrica «ha malgastado 600.000 millones de litros de agua de los embalses extremeños del río Tajo, una cantidad suficiente para abastecer a una población de 9 millones de habitantes durante un año». Dicho de otro modo; con ese agua se podría haber abastecido a toda la población de Extremadura durante 9 años.

Castañares ha lamentado que se produzca una situación de este tipo en un escenario de grave sequía, y ha asegurado que Iberdrola malgasta el agua embalsada que Extremadura necesita para el abastecimiento y el riego de los cultivos, para producir una energía que se pierde mayoritariamente en la red.

OPINIÓN DE LA JUNTA

La Junta de Extremadura se ha lavado literalmente las manos en la polémica de los desembalses realizados por las compañías eléctricas y ha dejado el asunto en manos del Congreso de los Diputados con el argumento de que se trata de un asunto de Estado.

Hace un año, en mayo de 2022, el presidente del Ejecutivo regional, Guillermo Fernández Vara, dijo que veía “mal” que se aprovechase la producción hidroeléctrica en los embalses en una época de escasez de agua y aseguró que había transmitido su malestar al Gobierno central para que adoptase una decisión “de una vez por todas”.

A pesar del tiempo transcurrido, la situación continúa igual y sin visos de solución, después de que el pasado año se produjera un importante incremento de los desembalses para la producción de energía eléctrica en plena sequía. En 2022 se produjo una situación caótica en el Parque Nacional de Monfragüe -donde confluyen los ríos Tiétar y Tajo- que puso en duda que exista caudal suficiente no sólo para el riego, sino también para el abastecimiento a la población.

En 2022 los pantanos que más agua desembalsaron fueron, igual que ahora, los de cuenca del Tajo, dedicados al aprovechamiento hidroeléctrico, como son Valdecañas, Torrejón Tiétar y Alcántara.

En la última sesión del Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura celebrada esta semana, su portavoz, Juan Antonio González, ha dejado claro que la Junta de Extremadura tiene poco que hacer, salvo ejercer una labor de control y presión. Pero es que la situación no es nueva y los avances logrados hasta ahora han sido nulos.

En su comparecencia hace unos días ante los medios abordó la situación provocada por la sequía y los desembalses y reconoció que se ajustan a la legalidad, que los ampara una ley estatal y que deberá debatirse si es necesario cambiarla, pero matizó que esta discusión deberá hacerse en el Congreso de los Diputados, circunstancia complicada si se tienen en cuenta los intereses en juego.

«Extremadura no tiene competencias en esta materia, lo que podemos hacer es favorecer la eficiencia energética y de los regadíos», es lo que dijo textualmente el portavoz del Ejecutivo al referirse a este asunto concreto.

En un año climatológicamente complicado, y con un proceso electoral en puertas, el Gobierno de Fernández Vara mide cada decisión que adopta, y hay que valorar los estragos que está provocando la sequía que dejará en la tierra numerosos cultivos.

A este respecto, la Junta de Extremadura ha expresado su oposición al derribo de la presa de Valdecaballeros anunciado por el Gobierno central y contra el que alegará el Gobierno regional caso de que se concrete la demolición.

Sobre la próxima reunión del Consejo Asesor Agrario, en la que se tratará el tema de la sequía, el Ejecutivo regional confía en que se articulen medidas de apoyo al sector, como ayudas directas por parte de la Administración regional, y se consigan acuerdos con las organizaciones agrarias.

No obstante ha recordado la medida adoptada por el Gobierno central sobre la rebaja de impuestos a agricultores y ganaderos que beneficiará a casi 50.000 profesionales extremeños y más de cien millones de reducciones fiscales y ha apuntado que es necesario que la UE flexibilice la concesión del fondo de la PAC destinado a situaciones de emergencia.

A un mes de las elecciones autonómicas y municipales, Juan Antonio González ha dejado claro que «la Junta está dispuesta a complementar las ayudas nacionales y está abierta al diálogo».

En la imagen de Amigos de Monfragüe, nivel de agua tras los desembalses del pasado verano en el Parque Nacional.

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