El Banco de Alimentos del Norte de Extremadura, con sede en Plasencia, lleva una década desarrollando su labor y en este tiempo ha repartido más de 2.000 toneladas de alimentos.

Además, más de 50 voluntarios han formado parte de la delegación del Banco de Alimentos del Norte de Extremadura. En un acto público la actual delegada, Loli Hernández, ha querido recordar “a todas las personas que han formado y forman parte de esta delegación, entidades, voluntarios y empresas cuyo objetivo común es paliar la pobreza alimentaria”.

En este sentido, Hernández (en la foto) ha insistido en que “en estos 10 años hemos pasado por momentos complicados, que se han acentuado en los últimos años con la pandemia y la guerra de Ucrania”.

Así ha explicado cómo ha cambiado el perfil de las personas beneficiarias del banco de alimentos. «Al principio sobresalía el parado y ahora hay trabajo pero no es suficiente para comer de manera adecuada, el perfil de ahora es el trabajador pobre”

Aseguran del mismo modo que ha cambiado la forma de donar tras la pandemia. Se ha pasado “de las grandes recogidas directas de alimentos y  hemos pasado a donar en caja, por Bizum o directamente al número de cuenta». Esto hace que las estanterías del banco de alimentos estén casi vacías “compramos directamente con el dinero donado lo que se necesita en cada momento”.