La cena, celebrada en la noche del pasado viernes en el palacio del Elíseo, residencia oficial del presidente de la República Francesa, Enmanuel Macron, junto a Su Majestad el rey don Juan Carlos I, el premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, inmortal por la Academia Francesa, y el escritor extremeño Javier Cercas, constituye toda una lección de estilo democrático y de savoir faire por parte del presidente francés, calificado por el extremeño como “el más intelectual de los dirigentes europeos actuales”, muy alejada de la postura oficial de los actuales gobernantes españoles, empeñados en que el rey que trajo la democracia a España no solo naciera en el exilio, sino que muera también en su segundo exilio y no en su patria, de la que fue rey durante algo más de 38 años.

Como es sabido, Vargas Llosa había invitado a su amigo, el rey don Juan Carlos, a la ceremonia de su ingreso en la Academia Francesa. Durante el funeral por la reina Isabel II de Inglaterra, el presidente Macron le comentó a don  Juan Carlos que, si viajaba a París, le avisara y se verían, detalle ahora revelado por la escritora francesa Laurence Debray, autora del libro Mi rey caído. Ya en París, el presidente francés cerró la cita con los tres invitados.

¿Y el escritor Javier Cercas, qué pintaba en esa cena? El extremeño hacía un mes que había entrevistado al presidente francés en ese mismo palacio para el diario El País (19/01/2023), antes de su visita a España. Naturalmente, le preguntó por el nacionalismo y el patriotismo, a lo que Macron le respondió: “Yo he sido elegido a escala nacional y creo en el patriotismo, que no es nacionalismo. El patriotismo es el amor hacia nuestro país, su defensa. El nacionalismo es el odio al otro, y pensar que quererse a uno mismo es zarandear al vecino.”

El escritor extremeño, que se ha manifestado activamente contra los nacionalistas catalanes, (véase José García Abad, en El Siglo de Europa, de 26 de enero pasado), recibió multitud de insultos a raíz de la publicación de un tweet, en el que, usando un fragmento del discurso que pronunció en Mérida el 7 de septiembre de 2019, durante el acto del Día de Extremadura, se daba a entender que alentaba al Ejército a actuar en Cataluña. Cercas había dicho: “Cuando la vida pública, la política, se llena de pasión, de aventuras, de emociones, como nos ha ocurrido a los catalanes en los últimos años, échate a temblar o llama a la unidad del general”, en alusión y mirada al general de la UME, presente en el acto, que recibió la Medalla de Extremadura por la limpieza del camalote en el Guadiana. (Véase el diario.es, de 14 de abril de 2021). El escritor desistió presentar una denuncia contra los difamadores al retirarse el tweet original. No obstante, en “Hora 25” había dicho: “Lo que intentan es que me vaya o me calle y ni me voy a ir y ni me voy a callar” (Ibíd.).

No estaba de más la pregunta que Cercas hizo al presidente francés sobre los nacionalismos, que Francia también sufrió en Córcega hace años. Hay que recordar que, durante la cumbre hispano-francesa celebrada en Barcelona el 19 de enero, el presidente catalán, representante del Estado en esa Comunidad, acudió a la recepción, aunque se marchó antes de que sonara el himno nacional al final del acto, en una reafirmación tan suya y de los independentistas de que “el procés” no ha acabado.

Nada que ver con la actitud de Macron, que aprovecha el ingreso de Vargas Llosa en la Academia Francesa y la estancia del rey don Juan Carlos para invitarles a cenar en su residencia junto al escritor extremeño. Como declararon días antes, los Vargas Llosa (padre e hijo) no puede olvidarse el papel del rey don Juan Carlos por la democratización de España y por conducirla al terreno de las democracias liberales europeas. El presidente francés reconoce con su gesto lo que su patria le niega con los hechos.

El autor es académico correspondiente de la Real Academia de Extremadura de las Letras y las Artes