El Ayuntamiento de Moraleja ha mostrado públicamente la restauración de «La Purina», una talla original policromada que representa a la Inmaculada, de autor anónimo y de estilo barroco-contrarreformista que data del siglo XVII, pero que fue repolicromada a principios del XX.

La imagen realizada en madera con telas encoladas que se teoriza que pudo formar parte de un retablo desaparecido, se encontraba en un estado de conservación «muy malo», según ha indicado el alcalde de la villa, César Herrero. Algunas piezas de la misma estaban separadas, tenía grietas y fragmentaciones (la cabeza estaba fracturada por completo a la altura del cuello), algunos elementos se han perdido (dedos y cuerno derecho de la luna de la peana) y existían xilófagos u orificios de salida en partes visibles.

En las actuaciones de renovación de la talla se han desmontado todos lo elementos añadidos y fragmentados, se han eliminado todos los barnices y capas de repinte, se ha llevado a cabo una desinsección y se han recuperado los dedos desaparecidos.

El trabajo ha sido financiado por el consistorio moralejano, desde el cual el primer edil ha agradecido la labor de la autora del mismo, así como al párroco local, Celso, por «las facilidades ofrecidas» y a Chiqui, por contar todo «lo que recuerda de esta imagen».