La Junta de Extremadura ha cedido a la presión de los sindicatos y de la comunidad educativa y ha decidido retrasar el inicio del curso escolar al 12 de septiembre, 6 días más tarde de lo previsto inicialmente.

La consejera de Educación y Empleo, Esther Gutiérrez, ha justificado este cambio de actitud en la necesidad de «mantener el buen clima de diálogo y negociación y por ser sensibles a las peticiones que habían llegado de varios centros educativos, familias y localidades».

Hace poco más de dos semanas el Ejecutivo regional dio a conocer que el curso académico 2022/2023 comenzaría el 6 de septiembre en Extremadura para los alumnos del primer y segundo ciclo de Infantil, Primaria, Educación Especial y Educación Secundaria Obligatoria. Sin embargo el día 9, que cae en viernes, no sería lectivo y habría puente festivo por la celebración del Día de Extremadura la jornada del 8.

Educación justificó este adelanto en varias razones, y una de ellas era el hecho de que a partir de este año no habrá evaluación extraordinaria en septiembre y que el profesorado interino estará contratado el día 1 de ese mes. Además, el Gobierno regional sostuvo entonces que el hecho de que la evaluación extraordinaria del primer curso de Bachillerato pase a junio implicaba adelantar al 16 de junio de 2023 el final de su actividad lectiva para que la evaluación pudiera celebrarse hasta el 28 de junio. Por último, la Junta de Extremadura pretendía equiparar el calendario escolar con el de las escuelas infantiles que imparten el primer ciclo de infantil y para acercar el inicio de curso escolar al de las enseñanzas universitarias, que suelen comenzar en torno al 6 de septiembre.

CAMBIO DE CRITERIO

Pero en tan solo 17 días la Consejería de Educación y Empleo se ha visto obligada a retroceder y cambiar de criterio tras alcanzar un consenso con las centrales sindicales para que las actividades lectivas del próximo curso escolar comiencen el lunes, 12 de septiembre, y no el 6 de septiembre. Gutiérrez ha señalado que se pretende «tener sensibilidad» con quienes consideraban negativo el adelanto del curso y ha optado por evitar un problema con los municipios, las familias y los centros educativos.

Pero este cambio de criterio también obliga a retrasar el inicio de las vacaciones de verano para los escolares. Con la propuesta inicial de Educación, el próximo curso comenzaba antes, pero también se adelantaba su finalización, que estaba prevista, con carácter general, el día 19 de junio de 2023. Ahora, sin embargo, el curso finalizará el 22 de junio de 2023 para poder computar los 175 días lectivos.

¿Qué es lo que sucedido para que Educación cambie de postura en poco más de dos semanas? La consejera ha reconocido que su propuesta inicial había provocado cierto malestar en los centros educativos, sobre todo en las localidades mayores. El problema argumentado por el profesorado era la organización de las clases con el adelanto de dos días y la celebración de jornadas festivas en varios municipios.

Todos estos problemas se han tratado con las centrales sindicales en la Mesa Técnica de Educación que se ha celebrado este viernes en Mérida, tras cuya celebración CSIF ha decidido mantener la convocatoria de huelga docente del 30 de mayo «por el menosprecio a la labor docente, los incumplimientos de acuerdos, los recortes en plantillas y la falta de negociación».

A este respecto, el sindicato PIDE ha aclarado que algunos sindicatos han hecho un ruido excesivo sobre el inicio del curso escolar y ha recordado que cuando se negoció el calendario escolar en la mesa sectorial del 5 de mayo solamente PIDE y ANPE se mostraron en contra. En aquella reunión CC OO no asistió a la mesa y no presentó ninguna propuesta, UGT no se mostró en contra y CSIF se mostró a favor de empezar el curso el 6 de septiembre, aunque después se opusieran al calendario en prensa.

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