La Confederación Regional Empresarial Extremeña (Creex) sostiene que la recuperación económica será lenta y no alcanzará los niveles de antes de la pandemia hasta el año 2023, según se puso de manifiesto en el último de sus encuentros de negocios.

En este foro, donde al menos una vez al mes empresas de distintos sectores y tamaños analizan la situación de manera conjunta y establecen vías de cooperación y asociación entre ellas, se advirtió que las previsiones respecto al Producto Interior Bruto (PIB) van a la baja y que el Instituto de Estudios Económicos prevé una subida del 4,8% en 2021 y un 5% en 2022, aunque hay organismos como la OCDE que vaticina incluso un crecimiento menor. Esto supondrá que al menos hasta 2023 la economía no estará en indicadores similares a los de antes de la pandemia.

El encuentro de negocios de la Crees fue conducido por Pilar Coslado, directora de Almattía y vocal de la directiva de la CREEX, y contó con las intervenciones de Javier Peinado, secretario general de la Confederación, y Margarita Mora, vocal de la directiva, además de dos decenas de empresarios.

En su alocución, Peinado realizó un análisis global de la situación económica y reconoció que se ha producido una mejora del mercado laboral, pero sobre todo por la contratación pública derivada de la pandemia en sectores como la Sanidad y la Educación. También ha influido la flexibilización de la normativa de sustituciones en las Administraciones. Como consecuencia de ello, no se ha producido una bajada del paro «como sería deseable» en el sector privado.

La patronal extremeña sostiene también que se ha registrado un freno de la actividad en el último tramo del año por problemas de suministros relacionados con la situación de colapso en la logística y la rotura de stocks de componentes en Asia. Además la inflación «se ha desbocado y ya es un problema mayor de lo que se había dicho».

«Parece que puede atemperarse si se moderan los precios de la energía. En todo caso, se hace un llamamiento a las empresas para que la negociación se base en la inflación subyacente, que es el indicador que se viene usando en los últimos años, y que marca ahora mismo un 0,7% de subida anual», dijo Peinado a los participantes.

Por lo que respecta al déficit público, la Creex asegura que la situación es «muy preocupante», con un endeudamiento adicional muy elevado. Por este motivo advierte que en cuanto el Banco Central Europeo cambie sus políticas de compra de bonos nacionales o el mantenimiento de tipos bajos de interés, España puede entrar en una situación muy grave por su elevada deuda.

«Todo ello configura un cuadro macroeconómico muy preocupante, donde además el petróleo parece que mantendrá su tendencia al alza, y las previsiones económicas señalan que se va a lastrar el crecimiento pese al rebote que estamos viviendo», ha indicado la Creex a través de un comunicado.

Además, de este análisis, Javier Peinado señaló que la Creex, como única organización que representa a todo el tejido productivo extremeño, sigue trabajando codo con codo con la Junta.

«Hay a quien no le ha gustado que insistamos tanto en que no haya restricciones pese a la subida de contagios, pero es algo que hemos debatido mucho con Salud Pública, y coincidimos en que no se dan los factores de gravedad de la enfermedad que había antes, y no tiene sentido imponer restricciones que solo causarían un daño más a muchos sectores”, ha dicho.

REFORMA LABORAL

Peinado ha hecho un rápido análisis del acuerdo de reforma laboral y ha valorado que no se toquen los despidos. En cuanto a la prevalencia del convenio de sector respecto al de empresa, ha explicado que se limita únicamente a la cuestión salarial. En su opinión, “esto viene bien a pequeñas empresas como las nuestras puesto que las mayores, las que tienen convenio propio, podrían recurrir al dumping salarial, pagando menos que el convenio de sector mientras el resto teníamos que pagar sueldos más altos”.

Otra cuestión positiva es que se mantiene la posibilidad de descuelgue del convenio y que los ERTE se consolidan como figura a la que puede recurrirse, con reducciones de cotización de entre el 30% y el 90%, según los casos. También se ha frenado la intención de que en la subcontratación las empresas de subcontrata tengan que aplicar el convenio de la empresa principal. Respecto a la ultractividad, ha explicado que, de hecho, ya se aplicaba en la mayoría de sectores puesto que los convenios la recogían en un 70%.

Finalmente, ha reconocido que en la temporalidad ha habido un recorte importante, impuesto desde Bruselas, “pero logramos que no se fijase la tasa del 15% máximo como se pretendía, que hubiese sido en muchos sectores un desastre”. En cambio, sí se eliminan posibilidades en este tipo de contratos y se recortan los tiempos máximos de temporalidad, “pero a cambio se ha salvado a ciertos sectores donde esta temporalidad es necesaria, como la construcción o el campo, que van a tener posibilidades de recurrir a nuevos tipos de contrato”.