En 2022 es probable que sólo puedan circular en las nuevas vías del tramo ferroviario Badajoz-Plasencia trenes de tracción diésel, según el informe de seguimiento encargado por el Club Senior de Extremadura a una comisión de expertos.

En lo que respecta a la puesta en servicio del tramo comprendido entre estas dos ciudades, el informe explica que la construcción del bypass de Mérida sigue su curso, pero advierte que este tramo sólo será útil si algún día se construye en él una nueva estación en línea; en caso contrario sólo se utilizará para la circulación de trenes exprés que no se detengan en la capital extremeña.

El plazo de ejecución del contrato para la electrificación del tramo denominado «Bifurcación Peñas Blancas-Mérida-Badajoz-frontera portuguesa», firmado a finales de diciembre de 2020, es de 18 meses y en el caso de que no haya demoras finalizará durante el verano de 2022. Pero los expertos advierten que cualquier retraso puede hacer que tampoco se cumpla la promesa de que en ese año 2022 circulen trenes, al menos con tracción eléctrica, entre Badajoz y Plasencia.

Por el contrario, el informe considera que es poco probable que influya directamente en el servicio la construcción de un nuevo puente en la carretera EX- 209, ni tampoco la supresión de un paso a nivel en la vía convencional entre Aljucén y Mérida, dos proyectos que se han licitado recientemente. En este sentido los expertos consideran que con todas las obras del tramo Badajoz-Plasencia terminadas, será necesario hacer los imprescindibles recorridos de prueba y haberse completado las
instalaciones de telecomunicaciones, señalización, telefonía y control central del tráfico.

Estas actuaciones fueron contratadas hace seis años a la unión temporal de las empresas Bombardier, Alstrom e Indra y su importe ha sido modificado varias veces. Los expertos que han redactado el informe para el Club Senior de Extremadura sostienen que estas licitaciones y su situación sigue siendo un misterio, pues sólo existen referencias a una parte del contrato total, la que fue formalizada en mayo de 2021 por un importe de 70.157 millones de euros.

El informe de seguimiento recuerda que el ferrocarril Madrid-Badajoz empezó a estudiarse en el año 2001 y pese a haber transcurrido más de 20 años aún no
ha circulado ni un solo tren por nuevas vías. Las dos primeras promesas oficiales hechas en 2003 y 2004 fijaban la terminación del AVE Madrid-Extremadura para el año 2010 y nueve años pasó a ser un tren de altas prestaciones que estaría listo en 2015. Posteriormente se prometió que estaría terminado en 2019 y electrificado en 2020.

Las últimas referencias al tren de alta velocidad en Extremadura las hizo la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, el pasado viernes en Mérida. Apenas unas horas después de darse a conocer el informe del Club Senior de Extremadura, la ministra insistió en que su departamento está trabajando para poner en servicio, “antes del próximo verano”, la alta velocidad en el tramo entre Plasencia y Badajoz “como ya se comprometió el presidente del Gobierno”.