Las autoridades sanitarias han confirmado la presencia en Extremadura de 124 muestras positivas de la variante del linaje B.1.1.7 de SARS-CoV-2, más conocida como la cepa británica del coronavirus.

Así lo ha confirmado el Consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, quien ha considerado  que “la subida de la frecuencia de esta variante no es la que preveían los expertos”. De hecho, la expansión ha tenido tal magnitud que la Junta de Extremadura cerró Calamonte tras la detección de muestras de esta variante británica. Un porcentaje que el consejero tachó de “muy importante”.

Cabe recordar que la nueva variante fue detectada por primera vez en esta región en las muestras extraídas a siete miembros de una misma familia procedente de Madrid que se desplazó a Cáceres para pasar unos días de descanso durante la Navidad. A partir de entonces, el Servicio Extremeño de Salud (SES) inició una secuenciación de muestras para detectar la presencia de la cepa británica en otros pacientes de Extremadura.

Según el Ministerio de Sanidad, esta variante está asociada a una mayor capacidad del virus para transmitirse y puede asociarse a mayor incidencia de la enfermedad en los lugares donde circule ampliamente y no se apliquen estrictamente las medidas de prevención de la infección. Además existe una posibilidad real de que pueda estar relacionada con una mayor gravedad y letalidad.