En este país ya no son inocuos ni los viales de agua bidestilada para la disolución de medicamentos. Anoche colgaba en mi muro de Facebook  un aria de Verdi que  pertenece a la gran ópera Nabucco. Se trata, como podéis imaginar, del “Coro de Los Esclavos” y la versión que escogí llevaba subtitulada la letra y traducida para que se pudiera entender. Era la antesala de la Constitución Española que “celebramos hoy”, bueno unos la celebramos y otros lo lamentan.

Como cualquier autor, nada es inocuo,  todo, todo, lo que se dice o se escribe tiene sus intríngulis, sus medias verdades, su verdades ocultas, y solo los iniciados pueden saber con seguridad lo que el autor ha querido y quiere transmitir. Es una técnica que ya usó El Quijote y dejo la puerta abierta para los que venimos detrás. “Por Dios, que nadie piense que nos queremos asimilar ni de largo a Don Miguel”. Pero siempre digo que la primera vez que se lee el Quijote, uno se aburre y difícilmente llega al final. ¿Quizás porque la primera vez vamos obligados?

Hay un profesor de literatura al que le pregunté por qué era obligatoria la lectura de ese libro, y su respuesta fue porque venía en el programa; respuesta lógica para saber cómo nos va.

La segunda vez que coges el libro en tus manos, si es que llegas a esta ocasión, te hace pensar muy seriamente  sobre  el mundo en que viven  Cervantes y Shakespeare, coetáneos los dos, sobre las gentes que buscan refugio en las fantasías para escapar de la crudeza de la situación que se vivía en “los reynos”.

La tercera vez empiezas a descubrir el mundo cabalístico, los secretos ocultos que hasta ahora habían pasado desapercibidos, la vida de los reyes y reyezuelos, las corrupciones , las maldades las brujas y las pócimas, La Mancha, mancha, hasta una Extremadura y una Cataluña recién blanqueadas. Te hace llorar cuando descubres que es tan actual, que más que un escritor, Miguel de Cervantes era un profeta.

Por tanto, nada es inocuo, y en este país con un gobierno “social-comunista”,  según dice Pablo, menos, mucho menos. Claro, que si la parte comunista es él, apañados vamos, porque él ha conseguido la igualdad por arriba. Entendió que el derecho a la vivienda no se cumple si no se tiene un chalet en la zona más lujosa de Madrid, o tener muchos sirvientes civiles y militares a su disposición. “Como sátrapa en la Ínsula de Barataria”.

Sólo el autor -vuelvo a insistir-, sabe cuáles son las claves de lo que escribe, quienes son los personajes, y en qué dirección se mueve cada uno. Lo demás son interpretaciones libres, permitidas, pero de las que no se hace responsable.

Cuando uno tuvo “la suerte” de conocer a los padres de la Constitución y haber podido dialogar y ¿por qué no?, discutir desde la impetuosidad y el descaro que me daba ser un joven universitario con alguno de ellos, reconozco que lo que le ha tocado en la actualidad a este país es una desgracia: el nivel político más bajo jamás pensado.

No quiero generalizar porque sería completamente injusto. Los mejores políticos que nos quedan están partiéndose la cara por sus ciudadanos en sus pueblos, villas y ciudades. Luchando contra elementos desconocidos y que están llevándose por delante los mejores hombre y mujeres de nuestra tierra, los que la consiguieron con su sudor y esfuerzo pintar en el mapa esta tierra. Los que acabaron con “La milana”. Estos POLÍTICOS son los que sufren ante las decisiones de sus partidos, de sus jefes y de su gobierno en algún caso.

Hoy casualmente vemos el mejor ejemplo de los poderes facticos del gobiernito de esta triste nación, los asesinos que no se arrepienten y no se arrepintieron, que fueron vencidos  por el gobierno democrático español, imponen condiciones al resto del Estado, y quieren que se le aplauda la realización de un referéndum de independencia. Para Pablo un asesino, que lo es, merece el Nobel de la Paz. Creo que la historia la siguen escribiendo los perdedores, como dice un amigo escritor y político.

Los independentistas catalanes quieren la independencia a cualquier precio, y el Gobierno sin gobierno, porque aquí, cada vez más, parece que quien manda es “el valido”, los llama patriotas, sólo nos falta saber si es el pajarito en que se convirtió Chaves el que le cuenta eso. Estando el país como está, el Illa, no habla catalán en la intimidad sino que se dedica a hacer Castellet.

Esta semana, los media y los medios difundían que unos militares, jubilados de aquellos que anduvieron en el Sahara, estaban dispuestos a coger las armas, y que había que matar o fusilar a 26 millones de españoles. Deben ser todos del social-comunismo, los chicos del Pesoe se dan por aludidos y se apuntan a la lista. ¿Pero alguien se puede creer que es verdad? ¿Pero es que somos estúpidos? ¿Cómo van, con andadores, en sillas de ruedas?. ¿Acaso hay 26 millones de mayores de edad y de izquierdas? Pues deberían tener super-mayoría, que no tienen, no han tenido y a este paso no tendrán.

Otra increíble operación de la marcha verde azul, que está invadiendo Canarias y España. Según algunos les pagan hoteles, comidas, les dan papeles para que puedan votar y les quitan a España las aguas territoriales. Provocan para que los ciudadanos se echen a la calle sin saber si es verdad o  mentira. Y así nos va. Estos son los patriotas de Vox, que han descubierto metales raros en el Atlántico y justo en las aguas Canarias; en el resto no, en Madeira y Azores, allí no hay.

En este país ya no son inocuos ni los viales de agua bidestilada para disolver los medicamentos, aunque sean las vacunas de SARS-Covd-2. Está claro que no pueden volver Carrillo, ni Fraga, ni tantos otros que creyeron que era posible el dialogo, ni  Suarez ni González, ni Roca ni Guerra . Incluso si volviera Pablo Iglesias, diría: ¡Pero coño! ¿Qué habéis hecho con el partido?