La residencia San Blas de Moraleja ha decidido dividir a sus diez empleados en turnos de 10 días para evitar rotaciones y, por consiguiente, disminuir la carga viral de coronavirus en el centro de mayores.

Serán cinco los trabajadores que desarrollarán su labor durante diez días para evitar la entrada del virus en el centro residencial. Mientras tanto, el resto de empleados permanecerán en sus domicilios hasta que parece el periodo de tiempo marcado.

Una vez cumplidos los diez días, se incorporarán los cinco empleados restantes y se someterán a la prueba PCR pertinente antes de acceder a las instalaciones para desarrollar su trabajo.

Cabe recordar que este centro, con más de una treintena de usuarios, no ha registrado ningún caso positivo de coronavirus ni tampoco hay mayores con síntomas que pudieran ser compatibles con el virus.

Durante la primera oleada del virus, los trabajadores decidieron confinarse junto a los ancianos durante 15 días para evitar la llegada del virus. Ahora, serán diez los días que estos empleados trabajen en las instalaciones con el objetivo de disminuir carga viral, sin embargo, en esta ocasión, no permanecerán confinados junto a los residentes.

Esta nueva medida entrará en vigor a partir del uno de octubre, tal y como han confirmado desde la residencia de ancianos de la localidad.